La mejor película de ciencia-ficción desde "El núcleo", solo superada por algunos videoclips de la MTV. La calidad interpretativa brilla... por su ausencia, en especial, el "polifacético" S. Baldwin, mundialmente conocido como "El Hombre de los mil rostros" y hermano adoptivo de A. Baldwin.

Efectos especial brutales, tan solo superados por los logrados escenarios. Destacar sin duda, los transbordadores espaciales de vuelo vertical, con sus increibles motoros de fusión nuclear, capaces de alcanzar la luna en menos de lo que te tomas una cerveza; y sus modernas cabinas de vuelo. Mención especial para los trajes espaciales, es decir, los polos azules y los pantalones atados con cuerdas. Su nivel cientifico es altísimo, y como muestra, los paseos que los actores (12 en toda la película) se dan a lo largo del transbordador espacial, dotado seguramente con algún ultramoderno sistema para emular la gravedad.

Guión, calidad técnica, y banda sonora a la altura de cualquier superproducción de Utrera.

En fin, una de las mejores comedias del siglo. Un entretenimiento para cualquier tarde de sabado.

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