Tras una primera temporada aceptable la serie acaba diluyéndose en su segunda temporada en la más absoluta nada. El argumento se desvanece lentamente hasta convertirse en una sucesión de escenas colocadas como al voleo (en muchas ocasiones podrías cambiar el orden de estas en un capítulo y nadie iba a notar la diferencia), casi a modo de sketchs inconexos. Conversaciones banales teñidas de falsa trascendencia y situaciones que no aportan nada ni a la trama, ni a los personajes ni mucho menos al espectador. No hay argumento ni un propósito definido en los acontecimientos, ni siquiera de forma insinuada. Acaba un capítulo, dos , tres... y te quedas como al principio. Lo mismo podría durar 13 capítulos que 300. Al final todo se reduce a alargar la serie a base de relleno. Y si no fuera tan descarado o al menos el relleno entretetuviese, pues no habría problema, pero es que además es aburrida como ella sola. Al menos para mí, pero ya veo que la opinión generalizada va en otra dirección. En fin, para gustos...

Queda claro ya desde su misma concepción (12 capítulos en lugar de 24) que ni la propia cadena tenía demasiada confianza en este innecesario y casi profano reboot, que intenta plasmar lo mejor de la saga de Jack Bauer y fracasa estrepitosamente en casi todo. Empezando por el protagonista, que no da la talla (entre otras cosas, es demasiado joven, aparenta 20 como mucho) y que cada vez que sale hace que añoremos más a Jack. Seguido de la trama, un refrito de todo lo visto en la anterior serie, con subtramas que parecen estar sacadas de otra serie, vergonzantes efectos especiales y un conjunto de personajes tan olvidables como el sosainas de Eric Carter.

24 no se merecía esto.

Estafado, así es como me he sentido cuando llevaba hora y media en el cine y ya estaba mirando el reloj deseando que terminase de una vez. Esto ni es Bourne ni es nada, amigos, más bien parece una mala imitación, vulgar y aséptica.

El punto de partida de la peli es una mera excusa para estirar el chicle, lo cual era de esperar dado que todos los enigmas son resueltos en las primeras, pero lo que no tiene perdón de dios es que NO HAY ACCIÓN. NO-HAY-ACCIÓN. Los seguimientos a través de satélite así en plan espionaje para mí no constituyen "acción", y en esta película no ocurre otra cosa, solo un montón de" sigue a este-sigue a este otro" en plan como muy trepidante pero que solo transmite bostezos. ¿Recordais esas set pieces tan adrenalíticas y contundentes de la trilogía original? Pues no señor, eso se acabó. Visto lo visto, eso es cosa del pasado. Dos escenas de acción contadas en esta última (una al principio y otra al final) y además mal rodadas, aunque con mucho caos, confusión, ruído y vehículos volando por los aires, eso sí.

Ni peleas, ni emoción, ni intriga, ni suspense ni nada por lo que merezca la pena pagar por ver, solo Matt Damon con el piloto automático (más que el prota parece un secundario, lo juro), a Tommy Lee Jones figurando, intentando no dar pena en una papel de villano de opereta más plano que el malo de una de Seagal, y a Alicia Vikander -la actriz de moda- haciendo de Joan Allen en El ultimátum, tan guapa ella como mierdero, tópico y predecible es su papel.

Resumiendo: cualquier capítulo de 24, incluso el peor, es más interesante, entretiene más y cuenta más en mucho menos tiempo.

No malgasteis vuestro tiempo ni vuestro dinero. Es el mejor consejo que puedo daros.

pd: ¿por qué Matt Damon se puso TAN cachas para este papel si podría haberlo interpretado incluso pesando 200 kilos? No le saca el menor partido a su físico, a diferencia de las primeras. En fin...

pd2: me considero "fan" de la saga, de las tres primeras, de ahí que me haya decepcionado tantísimo. Así que no me quiero ni imaginar lo que pensará alguien que no sepa nada del personaje y se trague este engendro.

Acción desenfrenada, suspense, intriga y situaciones límite; estas vendrian a ser las pautas básicas que definen a esta gran serie, trufada de engaños, traiciones y giros de guión. Emoción por encima de realismo.

Sí, puede que sea una "americanada", que ensalze el patriotismo y el amor (casi adoración) al presidente de los EEUU, pero hay algo en el tono de la serie, una especie de candidez e inocencia (algunos dirán estupidez), que hace que resulte dificil no empatizar con los personajes y sus desventuras.

Si logras despojarte de todos los prejuicios que suelen aplicarse a este tipo de productos te encontrarás con una serie muy entretenida y adictiva; un entretenimiento puro y duro que no pretende (o al menos yo así lo veo) concienciar sobre los peligros del terrorismo, ni sobre nada. Su objetivo es mantenerte pegado a la pantalla, y lo consigue.

Película que te venden como de intriga, thriller, pero que en realidad no es sino un vulgar drama romántico, sin garra, ni emoción, ni nada de nada salvo unos actores desganados que se limitan a poner cara de "jo, pero qué enamorado que estoy". Esto ni siquiera constituye un spoiler puesto que incluso el espectador más lerdo lo verá venir a kilómetros de distancia. Aparte de que lo pone en la ficha de la película.

Un sosainas de Tom Berenjena y una estirada Mimitos Rogers hacen los (des)honores de protagonizar esta cinta cuyo único aliciente se encuentra en la presencia de una hermosa Lorraine Bracco y en la elegante dirección de Ridley Scott. Por lo demás, aburrida, previsible y totalmente prescindible.