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España España · Madrid
Críticas de Bucebro
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
7
2 de agosto de 2013
51 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es otra más. Otra más de ratón y gato, de cazador intentando no ser cazado. Pero con otro enfoque:
En el segundo uno, y a modo de introducción, vemos "fregando" la bañera a la agente Scully (pues aunque mucho más delgada, y aunque se vista de seda, Scully se queda)
Y es que Gillian Anderson nos enseña sólo en ese primer segundo que es humana, no está impecablemente vestida y "friega" como cualquier mortal. En el resto de los 5 episodios siempre se nos va a mostrar pluscoamperfecta, arreglada, peinada, maquillada y hasta con los botones de los puños abrochados tras un par de revolcones. Despiada como Glenn Close en Damages, implacable, déspota, soberbia y abusona, psicópata laboral a fin de cuentas. Tan psicópata como el asesino al que pone cerco. Y es eso lo que más me ha gustado de la serie, que todos, TODOS, van a lo suyo.
Paul, tarado al máximo, y consciente de ello, disimula, finge y hasta aguanta los imposibles bailes de su hijita disfrazada de princesa, en pos de seguir sosteniendo una coartada que le garantice inmunidad, ante una sociedad, tan hipócrita como él, que está más pendiente se si eres católico o no, irlandés o británcio, independentista, terrorista, patrióctico...
La mujer de Paul, profesional, ama de casa, madre abnegada y con vocación de servicio debido a su trabajo, también mira para otro lado en vez de afrontar y ponerse alerta cuando las cosas no cuadran, cuando las mariposas de mueven. Y da por cierta una coartada que en el fondo es un triple mortal y medio con tirabuzones.
El jefe de los polis (que me ha recordado al también jefe Saul-Patinkin de Homeland) también mira para el horizonte, cede a las presiones, y se permite leer la cartilla a la prota por sus escarceos con casados... ¡que se aplique el cuento!
Qué decir de todos los implicados en la subtrama de la coca. Todos tan pulcros y profesionales, y todos en el teatrito del disimulo, medrando a costa de quien sea, pero eso sí, sin escándalos.
He visto alguna toma en plan Dogville, retazos de Forbrydelsen, Homeland, Bron/Broen y he echado en falta una banda sonora con más peso. Así como Belfast y su contenida violencia, forma parte del cocktail de la trama, aporta dramatismo, tiene sentido. La música se me ha quedado muy muy corta. Hubiese subido muchos enteros de haber contado con algo en plan Broadchurch y los inquietantes y sublimes himnos de Ólafur Arnalds.
En definitiva, otra más. Correcta correctísima, pero de la que sólo he sacado como novedoso el retrato hipócrita del ser humano. Una reflexión sobre lo que estamos dispuestos a hacer, el daño que podemos causar, lo que nos importan los sentimientos del prójimo, el bienestar y la confianza hasta de la propia familia. Porque en realidad, se nos presentan personajes que van a lo suyo y persiguiendo su meta, caiga quien caiga, muera quien sea, se traicione a no importa quién. El fin (la satisfacción de una pulsión meramente morbosa), justifica todas las acciones. Encima con autoexcusa y justificación moral.
Eso, desde mi punto de vista, está genialmente plasmado, y es su mejor aporte.
Bucebro
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8
18 de setiembre de 2007
40 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Lástima que ya estemos en la segunda temporada de Dexter!
Resulta que metemos en una coctelera a un elenco de actores notables, un guión soberbio, una fotografía brillante, la música adecuada... Y llenaremos nuestras copas de TALENTO. Esto es lo que nos regala Dexter y la prueba está en que no deja a nadie indiferente.
Planteando un valiente inicio (presentar al depravado como el bueno), poco a poco nos van dando las claves y los porqués de su comportamiento, dosificando los flashbacks, utilizando con maestría la siempre espinosa voz en off. A medida que la trama se va desarrollando y vemos interactuar al protagonista, completamos (pues nosotros, espectadores, sí tenemos sentimientos) sus carencias y nos aliamos con él. No queremos que le pillen.
Capítulos memorables como el 6º son como para hacer “la ola” o peregrinar de rodillas en acto de fe.
“No le toques ya más / que así es la rosa!”, que diría Juan Ramón. Ojalá hubiese acabado todo en el duodécimo capítulo. Mucho me temo que el éxito comercial obligue a estirar hasta el paroxismo este descomunal y apabullante derroche de ingenio y buen hacer, y todo se diluya en un Lost cualquiera
“La luz que brilla con el doble de intensidad, dura la mitad del tiempo” que dirían en Blade Runner. Ojalá nos hubieran dejado vivir por siempre con la satisfacción de haber asistido a semejante alarde de serie... Con ganas de más, no con más. Lástima.
Bucebro
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9
3 de diciembre de 2007
31 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el capítulo piloto, dirigido por Allen Coulter (A dos metros bajo tierra, Los Soprano, Roma, Sexo en NY y un largo etc) nos presenta a una Patty Hewes (Glenn Close) Todopoderosa Señora de un prestigioso despacho de abogados en NY. Despiada, calculadora y ambiciosa, que no retrocede ante la ilegalidad, la traición, el chantaje o incluso algo peor... con tal de salirse con la suya.
Prodigiosa interpretación de una madura Glenn Close, que parece haber encontrado su sitio en la pantalla tras la soberbia madre de “Nueve Vidas”.
Siempre con la cabeza encogida entre sus hombros, siempre en un plano más bajo que el de sus interlocutores, explotando hasta lo indecible esa mirada glacial. Elegante, pausada en sus movimientos. Siempre encaramada en tacones de aguja y vistiendo trajes de chaqueta sin una arruga. Con ese quitarse las gafas, esbozar una media sonrisa y clavar su mirada cual depredadora acechante... logra tenerte en vilo de principio a fin, descolocado y suspicaz hacia sus verdaderas intenciones. IMPRESIONANTE su dicción, grite o susurre, se muestre dócil y maternal, o sarcástica y vengativa, siempre vocaliza y modula una voz cristalina. No hay atajos en su pronunciación... Un verdadero placer. Recomiendo vivamente que se vea en VO
Ellen Parsons (Rose Byrne), borda un papel que evoluciona magistralmente. Nada que ver la meritoria abogada recién salida de la fiscalía con la mujer que entra en la limusina en el último plano del último capítulo. Su trayectoria es coherente y creíble al máximo. Está soberbia en la emoción y el conflicto que le plantea su relación amorosa. Sabe transmitirnos la confusión y la sospecha que ella siente y que es el hilo conductor de la trama.
Incluso mi muy detestado Ted Danson, que interpreta al corrupto Frobisher, está magnífico, sin muecas ni sonrisitas a destiempo

Inevitable la comparación ante “El Diablo se viste de Prada”: la despiada jefa y la ilusionada jovencita dispuesta a sacrificar todo con tal de afianzarse en el puesto. Afortunadamente, Damages le saca 15 cuerpos de ventaja, en producción, en la elección de unos actores de reparto que se salen (todos), en el montaje (maestría en los saltos temporales y en la dosificación de la información) Fantásticos los créditos iniciales. Por ponerle algún pero, mejoraría la música. Hace poco he visto la serie completa, de un tirón, y mantengo en el recuerdo, planos, conversaciones, expresiones y silencios, pero no se me ha quedado la banda sonora...

Un disfrute inteligente y altamente recomendable para espectadores a los que les guste poner en movimientos sus neuronas. Después de Dexter, la mejor que he visto.
Bucebro
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8
24 de enero de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos los humanos, en mayor o menos medida, necesitamos ser redimidos. Y en esta película Audiard nos presenta una "trinidad" insatisfecha con sus vidas. Alí (Matthias Schoenaerts), rudo y suburbial, de paternidad impuesta, que tiene que salir adelante con la carga de su nuevo hijo, robando o hurgando en la basura para el sustento de ambos. Stéphanie (Marion Cotillard), guapa, seductora, acomodada, pero sumida en una soledad consciente, que serpentea en las pistas de baile para alimentarse de emoción, provocando el deseo de los demás. Y por último Sam (Armand Verdure) el hijo al que le han arrancado a su madre contrabandista, y que pregunta impaciente por su vuelta a ese padre desconocido. Abandonado en su soledad, se refugia entre excrementos de perro, escondiéndose, pataleando y chillando de impotencia.
Los tres reciben un Bautismo físico (inmersión en el agua), que cambiará sus vidas. Stéphanie tras el accidente queda inerte en el agua sanguinolenta. Acto seguido la escena dramática y terrible del hospital; un prodigio de la técnica digital, y un prodigio de interpretación, que te arruga el corazón, para empatizar con ella en lo que queda de film. Sam y Ali, también se sumergen en el agua para renacer a sus nuevas vidas.
También en el agua (la maravillosa escena del baño) se despierta ese ¿Y por qué no, con él? en nuestra protagonista, y emprende las labores de conquista. Rechazada y humillada, sin ver cumplir ninguna de sus expectativas, persevera e insiste una y otra vez.
Me han gustado mucho los diálogos entre la pareja, el autismo irreverente y la falta de sensibilidad de Ali, contra la contención de Stéphanie, adaptándose a nivel emocional y moral de él, y cómo se transmite la impotencia de ser tullida e invisible, despreciada. Contrasta con la escena del bar, cuando reacciona con agresividad ante el mismo estímulo.
Mención especial a algunos acertadísimos "momentos musicales" en especial el bucle inicio final con el temazo de Bon Iver "The Wolves (Act I And II)".
Respecto al Happy End, me reconforta que Audiard vea que sí, que es posible que las almas oscuras y perdidas se rediman, que la princesa se humanice, que el hielo se quiebre, que las fracturas suelden, e incluso confieran más dureza y resistencia al hueso. Que la roca se transforme en pan, aunque sea chusco. Y que unos trozos de metal, revistan de dignidad y aplomo, abriendo una rendija a la esperanza del amor. Que el inocente, vea al fin algún nuevo destello de esperanza hacia el paraíso perdido de la paternidad.
Todo un canto a la perseverancia.
Bucebro
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7
1 de octubre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta frase comienza "Todo está tranquilo arriba", novela de Gerbrand Bakker en la que se basa el guión de esta desasosegante película, en la que todo queda patente, sin ser expresado en ningún momento.
Nos disecciona el día a día de Helmer, un granjero que se ocupa de sus animales, y de su anciano padre, enfermo .
Dolorosamente contenida en su puesta en escena, austera en los colores, los interiores, la luz. De diálogos secos, breves y casi hostiles, vamos viendo como hay una decisión tomada, y como poco a poco, a medida que una llama se apaga, va naciendo una luz en el interior del personaje principal, y pilar principal (y casi único) de este film tan áspero y norteño como conmovedor.
El drama personal de Helmer no se deja ver hasta bien avanzada la película, y cuando te das cuenta, todo cobra sentido. El que esté viviendo en una rutina de ordeños, limpieza de establos y acciones automáticas, de una rutina que no conoce diversiones, festejos ni relaciones sociales. Lleva ya tanto tiempo haciéndolo todo a medio gas… Hace ya tanto tiempo que solo tiene medio cuerpo, que es como si el director empezara a pasar un trapo y empezara a desempañar la escena y los personajes. A medida que ese vaho desaparece, la casa empieza a limpiarse y ordenarse. El interior se vuelve pulcro y brillante. La luz resalta el mobiliario, pero también los personajes, y es cuando empezamos a "entender" lo que está pasando.
Nanouk Leopold, recurrente el personajes atrapados en sus propias vidas, y lo doloroso de tomar decisiones, nos presenta un drama distinto, contenido y sensible. Lleno de contrastes entre la realidad y el deseo. Viril. La interpretación de Jeroen Willems refuerza con destreza estos conflictos. Por cierto que la película está dedicada a su memoria, pues falleció este mismo año de un accidente cardíaco.
Inevitable la asociación con "Padre e hijo" y "Madre e hijo" de Sokurov, que aunque no tengan en el fondo nada que ver, también nos hablan de las relaciones paternofiliales, de los cuidados a los progenitores, de las expectativas que éstos han depositado sobre sus hijos, y de las decisiones que toman esos hijos respecto a sus padres y consigo mismos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Bucebro
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