Testigos silenciosos (2019)

Renovarse o morir. O eso es la expresión que utilizamos para definir a quien se resiste a terminar olvidado en un cajón o relegado al ostracismo televisivo (o a la inactividad) al igual que otros artesanos del género de acción pertenecientes a una generación coetánea a Harlin, de entre los cuales, a título personal, me tomo la libertad de sentir cierta predilección por el triunvirato de acción que, a la zaga creativa de Dick Donner o Walter Hill, integraban el propio Harlin, John McTiernan o el jamaicano Stephen Hopkins. Por suerte, para Harlin renovarse no implica olvidar quién es o lo que mejor se le da hacer, sino mudarse a otro país para volver a su caldo primigenio.
'Bodies at rest' es ya la tercera película consecutiva de Harlin en Asia -la segunda en Hong Kong-, tras hacerse cargo de otra buddy movie cómica protagonizada por Jackie Chan -las buddy movies cómicas de Jackie Chan son un género en sí mismas- y el Wuxia Fantástico 'Legend of the Ancient Sword', y dada su adrenalítica mezcla de survival action, claustrofobia, violencia a cascoporro, frases lapidarias, héroes (y heroínas) por accidente que están en el lugar equivocado en el momento equivocado y gags macabros -la idea de que dos trabajadores de la morgue planten cara a una banda de rateros armados en Nochebuena lo pedía a gritos-, tal vez se trate del trabajo más reconocible que Renny Harlin ha entregado en años.
'Bodies at rest' es una película de Renny Harlin al 100%, mucho más que ninguna de las otras películas estadounidenses que ha estrenado a lo largo de este siglo. Pero 'Bodies at rest' es también, tal vez al 80%, una película de acción hongkonesa, tanto como el resto de películas de acción hongkonesas que se han estrenado en éste y el pasado siglo.

Tiene escenas francamente conseguidas, la labor de dirección es bastante decente y además tiene esos toques de humor que hace de una cinta de género un producto más disfrutable. Entretenida, con vistosos destrozos, en el apartado técnico la película cumple.

El problema es que a pesar de su óptima duración el argumento se nota estirado y resulta imperdonable el que los doctores se empeñen en no liquidar a sus siniestros opresores cuando tienen la oportunidad, pero es que claro, así la película duraría media hora.

No obstante, imposible negarle el aprobado a la última obra del experimentado realizador, del que quiero aprovechar para destacar no su cinta que todo el mundo seguro que conoce y alaba, sino otras dos algo menos conocidas y que me gustan bastante, 'Cazadores de mentes' y 'Memoria letal', proyecto que por cierto el gran Samuel L. Jackson señala como el favorito de su carrera. Aunque 'Máximo riesgo', 'Driven', 'Cleaner' y 'Deep Blue Sea' también son otras de sus inmersiones loables en el género.