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España España · Salamanca
Voto de La Maga:
7
Fantástico. Aventuras. Acción Tras la disolución de la Compañía del Anillo, Frodo y su fiel amigo Sam se dirigen hacia Mordor para destruir el Anillo Único y acabar con el poder de Sauron, pero les sigue un siniestro personaje llamado Gollum. Mientras, y tras la dura batalla contra los orcos donde cayó Boromir, el hombre Aragorn, el elfo Legolas y el enano Gimli intentan rescatar a los medianos Merry y Pipin, secuestrados por los orcos de Mordor. Por su parte, ... [+]
10 de abril de 2007
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peter Jackson da rienda suelta a su lado más gore en una digna y épica continuación.
A estas alturas del siglo XXl no hace falta decir que el mundo literario creado por Tolkien ha servido a la perfección para rescatar y ahondar en un género, el fantástico, que nunca ha sido reconocido como le corresponde por el Séptimo Arte. No obstante, pocas veces me he enfrentado a tantas dificultades en torno a una crítica, sobre todo porque me cuesta separar la pasión adolescente y desenfrenada que siento por sus personajes, de las virtudes y defectos desde un punto de vista meramente cinematográfico. Discutir la fidelidad está de menos y resulta incomprensible, sobre todo, una vez después de haber observado que Peter Jackson es un visionario que capto el espíritu desde el primer minuto (no seamos freakies insaciables); pero también soy partidario de lo erróneo de calificar como secuela a esta segunda parte de El Señor de los Anillos ya que, sin asistir todavía a la tercera y última entrega, es imposible hacer un balance general y completo que dote a cada pieza de su justo mérito.
Nota: parece ser que el negocio y la industria se están interponiendo en el visionado de una posible obra de arte porque no entiendo entonces a qué se debe el corte (obligado, innecesario y fastidioso descanso) que determinadas salas están llevando a cabo.
Ausencias
Petar Jackson ha tomado un mayor riesgo en esta segunda entrega, pero sin traicionar lo que ya había conseguido. La cinta, en efecto, goza de un aura épica inigualable, es más entretenida, pero menos sugestiva, sorprendente y oscura. A los norteamericanos les viene como anillo al dedo el recordar esta eterna lucha entre el bien y el mal que arrojara la friolera de ochocientos millones de dólares en taquilla (y en España la segunda película más taquillera tras Titanic). Frodo cede protagonismo, gracias a Dios, a Aragorn (excelente Viggo Mortensen), pues Elijah Wood no aguanta el tirón. Sam llega a lo insoportable en su servidumbre, y Gimli es utilizado como bufón.
El director hace gala de su soltura narrativa a través del montaje paralelo, vehículo prioritario y esencial para esta segunda parte. Aun así, la incertidumbre y la tensión no llegan a embaucar de igual manera, se aprecia una menor precisión, una disminución en la humanidad y complejidad de los personajes, y como resultado de esto, la pérdida de intensidad y emoción, algo parecido a lo que le ha pasado a la música. La decadencia de Sarumán, la enemistad entre los hombres y la entrada de nuevos personajes (¡te echamos en falta, Boromir!) no acaban de resultar de manera tan eficaz. ¿Se perdió el misticismo?
Regusto digital
Se disfruta de todos modos (los minutos vuelan), y se asiste estupefacto al primer actor digital que barre al actor humano, Gollum, y a los ents, y a ese universal mensaje ecológico... Continuará.
La Maga
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