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Voto de kiss_army:
6
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Ciencia ficción. Acción. Aventuras
Hollywood, años treinta. Después de robar un arma secreta en Los Ángeles, la mafia la esconde en un aeródromo. Se trata de un propulsor individual que convierte a quien lo utiliza en un auténtico hombre cohete. Los nazis están muy interesados en ella. Fortuitamente llega a manos de Cliff Secord, un piloto acrobático a quien todos intentarán atrapar. (FILMAFFINITY)
3 de mayo de 2010
30 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joe Johnston es un cabrón. Si es que a quién se le ocurre no haber contado con Betty Page para interpretar a la novia del protagonista. ¿Que por aquel entonces tenía casi 70 años y nadie tenía ni puta idea de dónde estaba? Eso no es excusa; Joe Johnston tenía que haber viajado en el tiempo a lo Marty McFly y traérnosla en todo su esplendor. Al no hacer esto ha logrado mancillar el sagrado nombre del cómic en el que se basa la película y por lo tanto se merece la lapidación. Ni juicio ni ostias. ¡Cómo pudiste, Joe Johnston, cometer semejante herejía!
Aunque ahora que lo pienso... Betty Page estaba buena, es cierto; pero yo me quedo con mi Jennifer Connelly. En el 91 y en el 2010: lo mío es amor incondicional. Estamos llegando a un grado de mitoplastismo (que diría aquel) tal que ya se critica el valor de una película por detalles tan estúpidos como éste. Como la novia del protagonista en el cómic es Betty Page en la película también debe serlo (¿?). Un cómic es un cómic; una película es una película. Si partimos de esa base, por difícil que nos parezca, quizá hasta somos capaces de disfrutar de la película sin llevarnos las manos a la cabeza ni dar codazos al que tengamos al lado (en caso de haberlo) cada vez que vemos cómo se incurre en un "despropósito" inexistente en el cómic. Está bien que se comenten las diferencias entre un película y la obra en la que se basa. Lo ideal es que ésta respete el espíritu de la obra adaptada; cosa muy subjetiva por otro lado. El admirador de una obra quiere que su adaptación cinematográfica sea la mejor posible, esto es perfectamente entendible; pero no pidamos que sean clónicas porque entonces el valor de la adaptación sería estrictamente pecuniario ya que existiendo la una... ¿para qué la otra sino para sacar los cuartos? Creo yo que el interés radica tanto en las semejanzas como en las diferencias cuando éstas se tratan con acierto. Sin olvidarnos nunca de que se tratan de medios diferentes. Pero siempre habrá quien grite: ¡anatema! cada vez que una leve diferencia asome, sea ésta de la naturaleza que sea. Aunque no sé por que pierdo el tiempo en esto, si al fin y al cabo son los Santos Inquisidores (que tanto abundan y en tantos sitios) los que se van a joder, pues son incapaces de disfrutar bajo ninguna circunstancia si su idolatrado objeto es mancillado según su perspectiva.
Dicho todo esto, yo no he leido el comic (ni falta que hace) aunque me ha entrado curiosidad y procuraré hacerlo. Y no creo que por ello vaya a cambiar demasiado la valoración que tengo de la película (objeto independiente, siento ser pesado). Ahora procuraré hablar de la película por fin. Que tampoco es que haya mucho que decir. (No se desvela nada del argumento)
Aunque ahora que lo pienso... Betty Page estaba buena, es cierto; pero yo me quedo con mi Jennifer Connelly. En el 91 y en el 2010: lo mío es amor incondicional. Estamos llegando a un grado de mitoplastismo (que diría aquel) tal que ya se critica el valor de una película por detalles tan estúpidos como éste. Como la novia del protagonista en el cómic es Betty Page en la película también debe serlo (¿?). Un cómic es un cómic; una película es una película. Si partimos de esa base, por difícil que nos parezca, quizá hasta somos capaces de disfrutar de la película sin llevarnos las manos a la cabeza ni dar codazos al que tengamos al lado (en caso de haberlo) cada vez que vemos cómo se incurre en un "despropósito" inexistente en el cómic. Está bien que se comenten las diferencias entre un película y la obra en la que se basa. Lo ideal es que ésta respete el espíritu de la obra adaptada; cosa muy subjetiva por otro lado. El admirador de una obra quiere que su adaptación cinematográfica sea la mejor posible, esto es perfectamente entendible; pero no pidamos que sean clónicas porque entonces el valor de la adaptación sería estrictamente pecuniario ya que existiendo la una... ¿para qué la otra sino para sacar los cuartos? Creo yo que el interés radica tanto en las semejanzas como en las diferencias cuando éstas se tratan con acierto. Sin olvidarnos nunca de que se tratan de medios diferentes. Pero siempre habrá quien grite: ¡anatema! cada vez que una leve diferencia asome, sea ésta de la naturaleza que sea. Aunque no sé por que pierdo el tiempo en esto, si al fin y al cabo son los Santos Inquisidores (que tanto abundan y en tantos sitios) los que se van a joder, pues son incapaces de disfrutar bajo ninguna circunstancia si su idolatrado objeto es mancillado según su perspectiva.
Dicho todo esto, yo no he leido el comic (ni falta que hace) aunque me ha entrado curiosidad y procuraré hacerlo. Y no creo que por ello vaya a cambiar demasiado la valoración que tengo de la película (objeto independiente, siento ser pesado). Ahora procuraré hablar de la película por fin. Que tampoco es que haya mucho que decir. (No se desvela nada del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo mejor sin duda es la cuidada ambientación años 30 y una Jennifer Connelly muy joven y guapísima (como siempre, vamos) a la que el look de la época le sienta de maravilla. Al protagonista le falta el carisma que sí tienen la mayoria de los secundarios. La historia es disparatada, inverosímil, un tanto tontorrona e infantiloide, sí; pero resulta moderadamente entretenida y con unos efectos especiales más que decentes para la época. Leyendo la sinopsis tampoco se puede esperar mucho más así que no entiendo la decepción. Los homenajes cinéfilos (especialmente Timoty Dalton a lo Errol Flyn), el Hollywood de los 30, Howard Hughes, gangsters de tercera, los nazis amenazando Europa... le dan un cierto encanto gracias a su buena recreación. Comercial y sin pretensiones, pero no por ello tratando al espectador como a un imbécil. Pero todo esto importa poco, insisto, al lado de la presencia de Jennifer Connelly. Es un papel secundario, mera comparsa del protagonista; pero ella siempre justifica el visionado de cualquier película. Lástima que su filmografía (al margen de unas cuantas excepciones) no sea tan perfecta como ella.