Me sorprende la creatividad y la imaginación de ciertos directores de cine para buscar fenómenos naturales (a veces no tan naturales) para hacer de ellos la base de una película de catástrofes de bajo presupuesto. Imagino que en algún momento esas ideas se acabarán y el mundo de las TV-movies entrará en una crisis existencial. Mientras eso no ocurra, seguiremos teniendo en nuestras pantallas películas como “Tornado Magnético”.

El film no es insoportable ni mucho menos, pero ya abusa de repetitividad. Ocurre exactamente lo mismo que en las otras decenas de películas del mismo género, pero esta vez siendo la catástrofe un curioso tornado invisible que solo afecta a los metales: tensión, nervios, muchas caras largas, y al final muchos abrazos y vítores en un desenlace final más que previsible.

Una vez más, se vuelven a salvar los actores y actrices principales, que no lo hacen mal, pero cuyas actuaciones se vuelven un tanto predecibles en algún que otro momento; y quizá también destacar los efectos especiales que, en comparación con películas similares, salen bastante bien parados (salvo las escenas espaciales, que ni un niño sería capaz de creérselas).

Del resto poco más, a destacar alguna que otra escena ligeramente impactante y para de contar. Sinceramente, no creo que lo lamentara mucho el mundo del cine si de vez en cuando se evitan producciones como ésta.