Me río de algunos críticos que consideran ñoña o de poco gusto la historia que cuenta esta película. No están en la sintonía que captamos otros de "ver más allá, mucho, mucho más allá del grano que tienen ellos en la punta de sus narices".

Miss Potter, es un filme de enorme sensibilidad, ternura y que saca a la luz una vida notable fuera de lo común. ¿Qué no gusta a algunos que habrían preferido quizás a una Señorita Potter frenética, descocada, politizada o con la mentalidad de una feminista del s. XXI? Pues que le vamos a hacer, esto es como las alcachofas crudas, hay a quien no les gusta comerlas así y sin embargo son buenísimas, una maravilla, para el paladar, el aparato digestivo, el hígado y la sangre.

Tanto en el aspecto de escritora bastante infantil e infantilizada, como en el modo de enamorarse y de llevar su amor, la idiosincrasia de Miss Potter es mostrada con sumo realismo: se trataba de una dama de una época concreta, perteneciente a una clase social y a unas costumbres no exageradas para nada, máxime porque encima la persona en cuestión tenía una personalidad con grandes dosis de fantasía, romanticismo y arte a flor de piel, que además fue a enamorarse de un hombre tan raro como parecido a ella.

¡Viva Miss Potter y la madre que la parió!

Fej Delvahe