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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
9
Drama Adaptación de la novela homónima de Sthendal. Francia, Siglo XIX. Julian es un tipo sin escrúpulos, capaz de cualquier cosa con tal de ascender en la escala social. Aunque es hijo de un carpintero, en lugar de trabajar como sus hermanos, el se pasa el tiempo leyendo libros. (FILMAFFINITY)
29 de septiembre de 2010
23 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Romanticismo para flipar.

Basada en la novela del mismo título (Le Rouge et le Noir) del escritor Stendhal, publicada en Francia, 1830. Una de las mejores novelas (dividida en dos libros) del siglo XIX, porque su historia es realmente atrapadora del interés y del seguimiento ininterrumpido, dado su protagonista Julien, tan apasionante, atrevido y fervoroso discípulo de la hipocresía que la usa como una táctica con tal de escalar puestos sociales y mejorar desde sus orígenes plebeyos hasta un estatus social de poder y nobleza, ya en el Ejército ya en la Iglesia (de ahí los colores rojo y negro) o si cabe dejando embarazada a la hija de una familia noble; el objetivo y fin es elevarse e irse comiendo la vida a bocados sabrosos, en vez de vivir como un hombre honesto o transparente lo cual por lo general no conlleva más ganancia que ser pisoteado y devorado sin más por la vida.

El guión del filme respeta muchos de los epígrafes de personajes históricos que Stendhal utiliza en su excelente novela al comienzo de sus capítulos. Por ejemplo: "Al hombre se le ha dado la palabra para ocultar sus pensamientos". Sin duda esta novela es sublime y vehemente, y está llena de reflexiones de enorme profundidad. Verbigracia: "Sólo los necios se enfurecen contra los demás."

El argumento se centra en el joven atractivo y cautivador, Julien Sorel, hijo de un carpintero de pueblo, pero de cuerpo tan bello y lengua tan cameladora que nada más verlo y oírlo las mujeres se quedan extasiadas de amor por él. Narra la aventurera existencia de este vividor, empeñado en trepar lo antes posible en la sociedad, usando para ello su enorme talento, su dominio de las formas, de la seducción, de la hipocresía, del revestirse por fuera según convenga pero guardando ocultas sus verdaderas intenciones y deseos de poder. Julien, que admira al ya caído General Napoleón Bonaparte, considera que todo éxito y conquista relevante en esta vida requiere del combate o la pelea, por eso él se toma su objetivo de ascensión social como un combate vital donde la estrategia (nunca mejor dicho napoleónica) es indispensable. Sin embargo, como muchas veces suele ocurrir, una cosa son los propósitos que nos hacemos y los cálculos que echamos a priori y otra bien distinta los resultados que llegan a producirse, pues la vida conlleva infinidad de imponderables imposibles de prever o poner bajo control, y uno de ellos es el amor, la pasión amorosa y sus efectos secundarios.

Los protagonistas principales de esta entrañable película, Gérard Philipe como Julien Sorel y Danielle Darrieux como Madame de Rênal, son de una línea teatral casi de estilo oriental, pero no por ello menos sugestiva, digna o hermosa. Para mí, aunque puedan aparecer algo acartonados o poco vitalistas en el vitalismo que representan, resultan enamoradizamente emblemáticos, delicadísimos yin y yang en su conmovedor drama romántico.

Fej Delvahe
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Fej Delvahe
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