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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
9
Drama Cruda historia de los niños de la calle de Medellín. Algunos de los actores ocasionales del film, chicos que vivían realmente en las calles de la ciudad colombiana, murieron antes del cambio de siglo debido a las condiciones y circunstancias de la vida de la gente que vive en la situación que se refleja en el filme. Para mayor estupor, la protagonista principal de la película -la niña de 12 años- fue detenida como autora de un presunto asesinato. (FILMAFFINITY) [+]
19 de febrero de 2008
48 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionante película, ejemplo del realismo social que pulula en cualquier barrio marginado de cualquier gran ciudad, donde los protagonistas como vivientes condenados a una infernal vida, son niñas y jóvenes callejeros (en este caso concreto de las calles de la periferia de Medellín, en Colombia), esnifando pegamento y otros tipos de drogas, prostituyéndose y en definitiva viviendo la infancia y la juventud no como una etapa dulce y encantadora de la vida sino como una tragedia o hundimiento en el mismísimo infierno.

Según muestra una nota al final de esta película: «Hace 150 años, Hans C. Andersen escribió sobre estas mismas niñas un cuento titulado "La vendedora de cerillas"»; de donde se deduce que en más de un siglo poco han cambiado las cosas en la superficie de la Tierra, sobre todo para los niños y niñas que pertenecientes a familias desestructurizadas o en cuyo seno no hay educación ni responsabilidad ni autoridad como se espera de los adultos, y cuyas consecuencias o efectos se traducen en infantes que se autogobiernan por sí mismos autoquemándose su futuro a pie de calles demoníacas, tomando por modelos y referencias existenciales los menos aconsejables o más deshumanizantes.

Esta película es una terrible muestra de la realidad, por ello resulta magistral, estremecedora y dramática. Nadie parece actuar, todos son tan reales como la vida misma que sufren y se conocen de sobra.

Tremenda y sobrecogedora filmación por la que Víctor Gaviria merecería uno y varios Oscar, Leones de oro, Espigas de plata o laureles de diamantes de la cinematografía mundial. Con un mensaje real y verdadero que hace llorar y clamar al cielo: la esperanza de una niña de doce años no es casarse con un muchacho lindo o vivir en una casa lujosa o viajar al extranjero, no, nada de esas aspiraciones normales, sino irse con su mamá muerta, que ésta venga y se la lleve con ella al cielo.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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