Eso de serie B no era notorio ni trascendente en la época que se estrenó este filme, lo que importaba era ir al cine a mirar unas buenas coreografías de artes marciales, balazos, cuchilladas, explosiones. Y esta película lo tenía aquello y con creces, nadie iba a elucubrar con un enredado guión para intelectuales. Así de sencillos éramos.
Personajes simples y muy copiados después:
El karateca gringo buen tipo, capaz de todo por amor (aunque eso es dudoso porque su novia asiática no era bonita pero era supermillonaria).
Su amigo, gringo también, veterano, experto en guerrillas y armamento y la pelea sucia.
Aquí cabe hacer mención especial a Cynthia Rothrock en su papel de fémina dura, valiente y resabiada, eso si que fue novedoso y la catapultó como la reina de las artes marciales ochenteras.
Y el villano si que era un topicazo, el grandulón megamalvado, experto en armas, artes marciales que era nada menos que un militar....RUSO! o mejor dicho, soviético.
De guión , nada, pero como nos deslumbró, la pelea final es imperdible.