Si en tu brazo hay un tatuaje que diga amor de madre, si aún conservas el cassette "Libre soy" del Tijerita, si tu indumentaria habitual son los chandals de dos por diez euros del mercadillo callejero, si ves elegante llamar "primo" a quien no lo es, si te pones los calcetines blancos por fuera del pantalón del chandal, o si te rapas el lateral de la cabeza pero te dejas la melena por detrás, esta sin duda será tu película.

No, en serio. No me divierte el mundo que se retrata en El triunfo. Me repele. Y la trama está montada de manera pésima; me ahogaba en ella.
Me arrepiento de haberle dedicado dos horas de mi vida. Me ha jodido. Y aún me pregunto cual fue el motivo por el que no cambié de canal. Ni que estuviese a punta de pistola. Pero la vi. No diré que no es recomendable porque encima quedaré de tonto ya que ustedes pensarán; eso ya lo sabía sin que tú me dijeses nada, capullo.