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Voto de JuanCádiz:
8
Drama El guionista Peter Appleton se ve obligado a huir de Hollywood a causa de la caza de brujas emprendida por el senador McCarthy en la década de 1950. Tras sufrir un accidente de coche que le provoca amnesia, es rescatado por los habitantes de un pueblo. (FILMAFFINITY)
12 de agosto de 2008
60 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
O bien porque las cosas no salen como uno quiere, o bien porque se dio pasos equivocados, a veces gustaría empezar de cero. Mirar hacia atrás y no lamentar. Mirar para atrás y no recordar. O igual no. Igual tu vida no es para presumir y ni tan siquiera te estás dando cuenta. Hasta que sucede un incidente que te "regala" la oportunidad de formatear ese complicado disco duro llamado cerebro y así comenzar con una segunda oportunidad.

Un guionista llamado Peter Appleton sufre un aparatoso accidente que le lleva a dar con sus huesos a un pueblo en donde nadie le conoce aunque por error todos creen que sí. Peter, a causa del suceso sufre amnesia y no le queda más remedio que construir su pasado a base de lo que le cuentan unos y otros. Esta es la propuesta que ofrece el más que interesante Frank Darabont (véase La milla verde ó Cadena perpetua).

Película maltratada por la crítica mundial. Acusada de sensiblera, de falsa e inverosímil. No me convencen tales adjetivos como para que sea suspendida:
¿Sensiblera?. Puede ser, no lo discuto. ¿Y cual es el problema?
¿Falsa?. Una película salvo que lleve el cartel de "hecho real" jamás podrá ser acusada de falsa. Es una fábula y no pretende engañar ni convencer, sólo contar.
¿Inverosímil?... esto es curioso. Cuando se dice de una película que "es inverosímil", yo no llego a entender muy bien por donde van los tiros (salvo casos desastrosos). Si me permiten contaré una anécdota que vi una vez en un documental que trataba sobre tribus de estas aisladas del mundo, y luego les explico el porqué de esta aportación...

Resulta que unos documentalistas se introdujeron durante unas semanas en un poblado indígena del Brasil. Aquellos seres jamás tuvieron contacto con el hombre blanco ni con cualquier objeto civilizado. Los autóctonos alucinaban con los enseres que traían los viajeros; un simple encendedor o un espejo de estos pequeños de bolsillo (los que usan las mujeres para retocar el maquillaje, vaya). Pues a todo esto, los expedicionistas el último día, sacaron un proyector y comenzaron a grabar a los seres de aquella tribu. Y tras aquello se marcharon.
Un año después, volvieron al mismo sitio. La tribu nuevamente los acogieron.
Los viajeros montaron una pantalla de proyección ante las ignorantes miradas y le dieron al play de lo grabado un año antes. Decir que se quedaron de piedra al verse a ellos mismos en la pantalla es poco. Pero el momento cumbre llegó cuando en imagen apareció uno de los más viejos componentes de la tribu fallecido en ese paréntesis de tiempo entre la dos visitas. Dieron por hecho de que esa imagen que veían estaba sucediendo en esos mismos momentos. Y los rostros de aquellos infelices eran exactamente los que querría cualquier director de cine que se precie para sus actores en una película de fantasmas. Horror puro e histeria.

seguimos en spoiler sin destripar la peli...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JuanCádiz
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