No es que sea la mejor serie del mundo, pero tiene algo que le pone muchos puntos a su favor : hace reír, hasta a veces, soltar carcajadas.
La historia va sobre dos amigos de Chicago, Kenan, el que tiene más sentido común de los dos (eso no quiere decir que tenga mucho sentido común), y Kel, un chico, bastante idiota por cierto, al que le encanta la naranjada y que casi siempre provoca los líos de la serie, que te hacen pasar vergüenza ajena.
En definitiva, una serie entretenida y divertida.