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Voto de Travisloock:
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Drama
Después de muchos años sin verse, dos hermanos vuelven a encontrarse. Tras la pérdida de la granja familiar, Joe y Frank Roberts siguieron caminos diferentes. Joe, casado y sheriff de un pueblecito de Nebraska, vive abrumado por el trauma que le produjo matar a un hombre en defensa propia. Frank, por su parte, es un veterano de Vietnam, de carácter violento y agresivo, que muestra su resentimiento viviendo al límite de la ley. (FILMAFFINITY) [+]
25 de agosto de 2009
31 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi primo Martín era junto a Ramón mi mejor primo. Los tres teníamos la misma edad. Cuando volvía al pueblo de mis padres para ver a mis abuelas, en vacaciones de navidad y algún verano, pasábamos mucho tiempo juntos.
A mí me consta que yo era el mejor primo para ambos, y había disputas por ir a dormir a mi casa; un premio con el cual yo obsequiaba la menor gravedad de los insultos que cada uno me había propinado durante el día. Bueno, realmente el único insulto era “gordo”, y el tono, la convicción y lo pesado del chascarrillo determinaba quién se quedaba a dormir en casa de mi abuela. Pero el caso es que, aunque yo quedara siempre el último de los tres cuando hacíamos una carrera, siempre se disputaban mi favor, y cuando nos preguntabamos “¿cúal es tu primo preferido?” y los dos me elegían a mí, me dejaban en un brete.
Martín era el más mono de los tres. Mi tía-abuela Elena (la “tichi”), licenciada en los años 40´s en filosofía y letras después de que por algún motivo dejara el convento, siempre decía que Martín era “rubio como un aqueo”; los días que íbamos a la alberca y me tocaba quitarme la camisa, y Ramón no podía aguantar la tentación de magrearme las lorzas, mi madre, en el salón de mi casa y mientras veíamos el “un, dos, tres”, apoyaba las manos sobre el rostro de Martín, y peinándole las cejas con los pulgares , de alguna manera desfrunciéndole el ceño, le decía que tenía ojitos soñadores.
Martín era el travieso y, como ya sospecharán, fue el primero en tener bigote, en besar a una chica, en dejarse el pelo largo y en tener musculatura de adulto. Creo que de los 3 fue el único que se acostó con dos chicas a la vez,….antes de los 17 y sin pagar. Cuando delante mía, Martín le preguntó a su madre (mi tía Lourdes) si acostarse con una puta (de las chungas) valía más de 100.000 pesetas, y su madre se rió y le dijo que eran mucho más baratas, creo que tuvo pensamientos encontrados: primero pensaría..”Cojonudo!”, y luego, quizás, sólo quizás, se le bajaría el alto concepto que tenía de él mismo.
A los 17 y con todo el trajín de viajes, muertas mis dos abuelas, fui mucho menos al pueblo. El título de “mejor primo” ya no implicaba el de “mejor amigo”, y estoy seguro que tanto para Martín como para Ramón, mis ausencias en navidad fueron muy llevaderas. Pero para entonces yo ya tenía como ganador a Ramón. Les explico: yo iba notando que a medida que pasaban los años las travesuras simpáticas de Martín crecían acorde a su tamaño: a los 13 aún eran travesuras, a los 14 putaditas, a los 15 cabronadas y a los 16 empezaban a rozar la línea de la legalidad. Estoy casi convencido que un niño travieso tiende a ser un adulto como mínimo poco recomendable. Y no, no me levantó ninguna novia.
(Sigue en el spoiler sin desvelar nada)
A mí me consta que yo era el mejor primo para ambos, y había disputas por ir a dormir a mi casa; un premio con el cual yo obsequiaba la menor gravedad de los insultos que cada uno me había propinado durante el día. Bueno, realmente el único insulto era “gordo”, y el tono, la convicción y lo pesado del chascarrillo determinaba quién se quedaba a dormir en casa de mi abuela. Pero el caso es que, aunque yo quedara siempre el último de los tres cuando hacíamos una carrera, siempre se disputaban mi favor, y cuando nos preguntabamos “¿cúal es tu primo preferido?” y los dos me elegían a mí, me dejaban en un brete.
Martín era el más mono de los tres. Mi tía-abuela Elena (la “tichi”), licenciada en los años 40´s en filosofía y letras después de que por algún motivo dejara el convento, siempre decía que Martín era “rubio como un aqueo”; los días que íbamos a la alberca y me tocaba quitarme la camisa, y Ramón no podía aguantar la tentación de magrearme las lorzas, mi madre, en el salón de mi casa y mientras veíamos el “un, dos, tres”, apoyaba las manos sobre el rostro de Martín, y peinándole las cejas con los pulgares , de alguna manera desfrunciéndole el ceño, le decía que tenía ojitos soñadores.
Martín era el travieso y, como ya sospecharán, fue el primero en tener bigote, en besar a una chica, en dejarse el pelo largo y en tener musculatura de adulto. Creo que de los 3 fue el único que se acostó con dos chicas a la vez,….antes de los 17 y sin pagar. Cuando delante mía, Martín le preguntó a su madre (mi tía Lourdes) si acostarse con una puta (de las chungas) valía más de 100.000 pesetas, y su madre se rió y le dijo que eran mucho más baratas, creo que tuvo pensamientos encontrados: primero pensaría..”Cojonudo!”, y luego, quizás, sólo quizás, se le bajaría el alto concepto que tenía de él mismo.
A los 17 y con todo el trajín de viajes, muertas mis dos abuelas, fui mucho menos al pueblo. El título de “mejor primo” ya no implicaba el de “mejor amigo”, y estoy seguro que tanto para Martín como para Ramón, mis ausencias en navidad fueron muy llevaderas. Pero para entonces yo ya tenía como ganador a Ramón. Les explico: yo iba notando que a medida que pasaban los años las travesuras simpáticas de Martín crecían acorde a su tamaño: a los 13 aún eran travesuras, a los 14 putaditas, a los 15 cabronadas y a los 16 empezaban a rozar la línea de la legalidad. Estoy casi convencido que un niño travieso tiende a ser un adulto como mínimo poco recomendable. Y no, no me levantó ninguna novia.
(Sigue en el spoiler sin desvelar nada)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No le he visto desde hace muchísimo tiempo, y mi madre, cuando va a ver a sus hermanas, en los informes pertinentes de “lo maravillísima bien que le van las cosas a tus primos, y lo guapisssssssimos que están” (el pueblo es de Andalucía), siempre elude hablar de él. A veces pienso que estuvo en la cárcel; pero rápidamente me invade otro pensamiento completamente distinto; no es porque piense que estoy exagerando en mi sospecha, es que yo soy así.
De esto va la película de marras, en resumidas cuentas.El papel de Viggo Mortensen sería el de mi primo Martín. Aunque sería más correcto para mi un John Cusack con entradas a lo Nicholas Cage, me conformo con David Morse. A veces en FA hablamos de películas, y otras, cuando las guapísssssimas validadoras nos dejan, decimos que las películas hablan de nosotros. Esta historia la cuento por mi primo y por mí. Es una pena que él no cuente su versión, para que el relato se enriquezca de otros matices; pero ya saben que la gente como Martin o el personaje de Viggo Mortensen no suelen contar la historia.
De esto va la película de marras, en resumidas cuentas.El papel de Viggo Mortensen sería el de mi primo Martín. Aunque sería más correcto para mi un John Cusack con entradas a lo Nicholas Cage, me conformo con David Morse. A veces en FA hablamos de películas, y otras, cuando las guapísssssimas validadoras nos dejan, decimos que las películas hablan de nosotros. Esta historia la cuento por mi primo y por mí. Es una pena que él no cuente su versión, para que el relato se enriquezca de otros matices; pero ya saben que la gente como Martin o el personaje de Viggo Mortensen no suelen contar la historia.