The Alienist es, por lejos, de las mejores producciones que tiene Netflix. Se le pueden achacar los mismos vicios que inundan la nueva industria y quizás los anacronismos históricos sea la pega principal de esta serie. Por suerte, es tal el cuidado del vestuario y el afán por construir un buen guión que podemos dejar pasar otras cosas.

La primera temporada: tres detectives investigan a un asesino en serie que mata "niños prostitutos". Es una temporada quizás más larga de lo conveniente con un giro imprevisto en el episodio 7, en donde se tuercen los papeles y el guión pega un volantazo de 180 grados. Parecen dos temporadas en una. El factor amague funciona de manera más efectiva que necesaria. En lineas generales estamos ante una historia correcta que se esfuerza por mostrar la mayor cantidad de escenarios históricos posibles: desde los bajos fondos sociales hasta los hilos más aristocráticos, pasando fugazmente por el oeste solitario con armado western. Las indagaciones psicológicas en torno al asesino van desde lo más supérfluo hasta los rincones más oscuros de la naturaleza humana.

Poner sobre la mesa los orígenes y las motivaciones de la naturaleza humana son la fuerza motriz de The Alienist.

2da temporada: ocho episodios, más compacta y mejor organizada. Se están robando bebes que luego aparecen muertos. El factor niñez/implicada impacta mucho más desde el arranque y se observa un patrón temático: por fuera de la relación clásica hombre/mujer/hijos existen variables a tener en cuenta que deben ser estudiados. Los alienistas (los tres cumplen roles similares aunque sus trabajos son distintos) exploran estas variables en búsqueda de una supuesta naturaleza "sexual" humana. Mención aparte para la villana de la historia, más trabajo para esa actriz y menos para las improvisadas que salen debajo de las piedras.