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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
7
Drama Una neurótica mujer, emocionalmente desequilibrada, arruina la vida de todas las personas que se cruzan en su camino, hasta el punto de que las consecuencias de su comportamiento llegan a ser trágicas. (FILMAFFINITY)
23 de julio de 2009
29 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda película de John Huston, tras el magnífico debut del emblemático clásico de cine negro “El halcón maltés”, demostrando ser un polivalente director, aceptando dirigir este intenso drama, con un fuerte protagonismo de Bette Davis y una Olivia de Havilland, dulce como ella sola.

Es la historia de dos hermanas de Virginia; lo único que comparten es que ambas tienen nombre de varón. Stanley (Bette) es caprichosa, engreída, hace lo que le viene en gana, sólo se importa a sí misma. Es la mimada de la casa y la preferida de su adinerado tío, Charles Coburn (quien subliminalmente siente un deseo incestuoso, en un momento dado le dice que tiene algo para ella en el bolsillo y ella se pone a hurgar para encontrarlo). Por contra, Roy (Olivia) es bella, delicada, cariñosa, servicial, exquisita en sus modales, en definitiva, a-d-o-r-a-b-l-e.

Sin desvelar nada más de los vaivenes del argumento, hay que decir que en su momento hubo voces críticas por la exacerbada actuación de Bette. Según John Huston en su autobiografía, Bette Davis le fascinaba y le dio rienda suelta. Entendía su interpretación como la expresión de su obstinada honradez como actriz. ¿Acaso debería dar un toque de ternura y simpatía a ese personaje racista y malévolo?
Lo que está claro es que ella entendió su personaje a la perfección y que su cometido no era provocar simpatías ni ser remilgada.

Quiero destacar también a la encantadora Olivia de Havilland, que le roba parte del protagonismo a Bette, comiéndose la pantalla cuando aparece, con unos planos fantásticos (posiblemente potenciados por John Huston, con quien mantenía un romance en aquellos momentos). En spoiler comento una escena.

También aparece Hattie McDaniels (ganadora del Oscar en 1940, por el inolvidable papel de “Mummy” de “Lo que el viento se llevó”) como la eficiente sirvienta y sufrida madre de Parry (Ernest Anderson). Hay un tímido alegato por la igualdad racial, sobre la base de que la sociedad no los considera iguales en el escalafón social ni en el profesional.

La dirección de John Huston es firme y sólida, con una fluidez narrativa envidiable, una puesta en escena tan sutil como efectiva, confiriendo al film la velocidad adecuada en cada momento. La película resulta, pues, de lo más entretenida, a pesar de algunos clichés y un maniqueísmo manifiesto, buscado pero elegante (Stanley/Diablo, Roy/Ángel), y sin duda, de lo más funcional, siempre en beneficio del espectáculo cinematográfico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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