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Voto de Strhoeimniano:
10
Drama. Romance. Thriller Madrid, 1955. Paco, un joven que acaba de terminar el servicio militar, decide establecerse en la capital. Tiene planeado casarse con su novia Trini, pero otra mujer, una atractiva viuda llamada Luisa, a la que ha alquilado una habitación, se cruza en su camino. Obsesionado con su amante, Paco se alejará cada vez más de su novia, teniendo que elegir entre ambas. (FILMAFFINITY)
14 de junio de 2005
59 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un retrato en negro de una España gris, servido con una meticulosidad que no ahorra detalle, desde una crudeza ajena a todo sentimentalismo que siempre lleva mirar hacia atrás. La magnifica fotografía de Alcaine acompaña con sus tonos fríos una historia en la que la pasión arde hasta consumirse en un final trágico, mostrado con tal inspiración que se nos hiela la sangre.
La película narra un triángulo amoroso en el Madrid de los años 50. La química que se establece entre los interpretes es estremecedora. Nunca brillaron a tanta altura. Sus interpretaciones son muy naturalistas, soberbias. Parecen sacados de ese Madrid que tan bien retrata esta película. Es en esto, donde “Amantes” alcanza un grado superior, hasta convertir esta película en un “documento”.
Pero es en el trío protagonista donde se ven las grandes virtudes de esta obra. Los tres son personajes ricos, llenos de esquirlas, sometidos a los avatares de esta historia que los llevará a un final inevitable. Así vemos a un Jorge que sin abandonar de todo ese aire de pueblo se deja arrastrar por la única “cabeza” que lo domina.
Punto y aparte merece Maribel Verdú. Es el personaje bueno, el corazón inocente que se deja llevar, que hace la apuesta fuerte sin pensar. Con sus ojos expresa todo: ilusión, amor, locura. La escena final, se sostiene toda en ella, hasta el punto de que sus palabras te hiela el corazón.
Pero si esto es un triángulo, la cima corresponde a Victoria Abril. Su interpretación es apasionada hasta la fiereza. Cuando ella sale, como buena mantis que es en esta obra, devora literalmente todo lo que se encuentra a su alrededor. La construcción de su personaje es espectacular, y su pasión por Jorge Sanz regrese a ella convertida casi en locura, pues sin dejar de ser un juguete roto, responderá a esa vena mortífera que riega este triángulo amoroso / pasional.
Porque “Amantes” juega con las dos cartas. Vicente Aranda no escatima al espectador como la pasión se va adueñando de la historia hasta que desencadena su final. Estos pliegues escabrosos están acompañados de una galería de personajes que retratan la miseria y el tremendismo de esos años oscuros. Todo acompañado de una banda sonora excepcional de José Nieto, donde el tema dramático principal, que nos acongoja a lo largo de toda la película, se nos descubre al final como un villancico de Navidad, (“Amantes” no deja de ser un cuento cruel) y en una secuencia imborrable, ante una Catedral de Burgos nevada, como si reposara sobre la nada y la desolación que acompaña a los personajes.
“Amantes” es quizá una de las mejores películas españolas de todos los tiempos, rodada con un pulso firme, lleno de una sabiduría que evita cualquier barroquismo dejando que sean los intérpretes los que nos lleven de la mano a esta película a la que siempre queremos volver.
Strhoeimniano
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