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Voto de Strhoeimniano:
10
Comedia. Drama. Romance José Luis es el hijo de un acaudalado matrimonio que posee una fábrica de ropa interior masculina, en la que trabaja su novia Silvia. Cuando ella se queda embarazada, él promete casarse con ella a pesar de la oposición de sus padres. Con el fin de frustrar esa boda no deseada, la madre decide contratar a un joven aspirante a torero para que seduzca a la joven. (FILMAFFINITY)
16 de junio de 2005
93 de 130 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando veo el cine español actual, tengo la impresión, en gran parte de las películas, que éstas podían haber sido rodadas allende de los Pirineos. ¡Será que al final es cierto que somos Europa! Sin embargo, “Jamón, jamón” sólo podía rodarse aquí. Es tan española como la tortilla de patatas, como esos ajos que toma Stefanía Sandrelli hasta ahogarse emocionada por el recuerdo de esos huevos de toro que porta Javier Bardem, como ese toro de Osborne que fija el símbolo de la masculinidad de todo un país bebedor de “Veterano”.
La historia es una exploración impúdica del machismo, de la esa pasión que corre por la sangre española sin ahorrarse exageraciones, pues su gracia, que la tiene, radica en trabajar siempre desde los extremos, con personajes situados al filo en la nada de Los Monegros. De hecho, todos ellos están creados desde esa perspectiva: La madre termina siendo una puta; la puta termina siendo una madre; el pijo lucha contra el macarra. Todo aderezado con una pasión que será la que condimente los azares de estos personajes hasta lograr un retrato ardiente de la pasión (no sólo por el jamón, sino también por las “jamonas”) en un drama escrito a ritmo de comedia, pero contado con el desgarro de un bolero triste.
El guión es impecable, contó con la colaboración del genial escritor Quim Monzó, y traza un panorama reconocible por todos logrando, tras ese acercamiento tan íntimo, una universalidad (fue un éxito en todas partes). El reparto es excepcional. Es la primera película de Penélope Cruz (antes sólo había participado en un vídeo de Mecano), que junto con Bardem y Molla (también en sus primeros papeles) componen ese triángulo cruzado también por los deseos de Juan Diego, Sandrelli y Anna Galiena (más espectacular y carnal que nunca, aún más que en "El marido de la peluquera").
“Jamón, jamón” tiene sabor a fritanga, a puticlub de carrretera, a hembras y machos en celo; pero todo escrito con “Ñ” mayúscula, desde una hispanidad caricaturizada, en ocasiones patética, pero siempre verídica.
De hecho, con esta película inaugura Bigas Luna una trilogía que iría decayendo a cada nuevo título (tras terminarla vino la desastrosa “Bámbola”), pero que merece la pena contemplar en su conjunto, para saborear la singularidad de un Bigas más Bigas que nunca y que añoramos a los que nos gusta el cine espaÑol.
Strhoeimniano
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