Tiene muchos puntos de interés "Tonight or never". En 1931 debutaba en la pantalla grande un actor que luego no la abandonaría hasta su muerte, en los primeros años ochenta, Melvyn Douglas (basta mencionar sus colaboraciones con Lubitsch "Angel" o "Ninotchka" para hacernos con su cara). Gloria Swanson, autentica prima donna del cine, luchaba por hacerse con el cine sonoro que la acabaría devorando solo 3 años después de esta película. Y el californiano Mervyn LeRoy, auténtica máquina de hacer cine durante los 30 y los 40 manteniendo siempre toques de calidad que no obstante nunca le llevaron a ser considerado un realizador de primera fila, salvo que vengan ciclos y lo rescaten ahora (tuvo eso sí, nominaciones a los Oscar por "Random Harvest" y como productor de "El mago de Oz" y un honorífico premio en el 76). "Tonight or never" es su película número 19 y por delante de ella solo sobresale a día de hoy "Little Caesar". Estamos ante eso que podríamos llamar una comedia romantica, pero si uno se para a analizarlo, de comedia tiene puntuales toques en personajes secundarios y lo que realmente lo cubre todo es el romanticismo. El personaje de Swanson es una gran cantante de ópera que no obstante no acaba de triunfar porque le falta conocer el amor para transmitirlo en su voz y así poder llegar al primer nivel y viajar a América. Y el amor se le presenta en forma de un enigmático admirador interpretado por Melvyn Douglas. Nella Vago, que así se llama aquí la Swanson, (vease su más que parecido nombre con Greta Garbo) experimenta el amor ante Jim aunque éste no se lo pone fácil al principio pues, como mandaban casi siempre los cánones de entonces, éste es un hombre duro que la quiere toda para él. De esta dualidad se beneficia la mejor secuencia de la película esa en la que invirtiendo los papeles comienza con Nella entrando en el piso de Jim con escusas muy malas para intentar acercarse a él y éste, sabedor del juego, no desmiente ser un gigoló y la va seduciendo con una extraña mezcla de agresividad y ternura.
Además el film se beneficia, como casi siempre en el cine clásico, de unos grandes secundarios, mención especial para Ferdinand Gottschalk, actor inglés que dió el salto al cine ya en la madurez, que interpreta al profesor de canto de Nella y es el encargado de capear con los momentos cómicos del film. Y por último la aparición vista y no vista de Boris Karloff en su siguiente película tras "Frankenstein", una aparición tan fugaz que no nos extraña que llegará a realizar 200 películas en su carrera.
En resumen "Tonight or never" es un film apreciable con muchos puntos de interés para quien esté interesado, muestra de cine de otro tiempo, que se hacía todavía a la sonoridad (Swanson no se puede quitar de encima los gestos exagerados por momentos), con una memorable secuencia de amor y buenos intérpretes.