“Toda historia de amor es una gran historia” dicen en algún momento de la película, y esta es una gran historia. El amor es un sentimiento que se da entre las personas, de igual o distinto sexo, de la misma o distinta raza, edad, etc. Cuando a ese sentimiento se le une una atracción sexual es cuando podemos hablar de tendencias sexuales, antes no. Y si hay un amor verdadero y un consentimiento mutuo para mantener relaciones sexuales, ¿quiénes son los demás para interferir en ellas? Que esta historia verdadera se hubiera producido en el ejército indica el grado de intolerancia de ese estamento, importante institución social. Todo tipo de delincuencia parece admitirse, con pocas objeciones. Los grados de enfermedad mental deben ser muy altos para que se produzca el rechazo de un aspirante a formar parte del ejército. Pero la homosexualidad es un motivo para marginar a un individuo y hacerle la vida imposible en el ejército. Llevaba un tiempo viendo películas de temática gay malas o muy malas en las que los guionistas, directores y actores no eran dignos de tal nombre. Aquí me he encontrado con una película que se hace digna de formar parte del séptimo arte, sin ser una obra maestra, pero con todos los elementos necesarios y bien utilizados para contar una historia, “una gran historia de amor”