La película viene a ser una versión libre de ¨Frankenstein¨ adaptada a la época, ni más ni menos. El ¨mad doctor¨ de turno que experimenta con humanos vivos para intentar revivir a los muertos. Qué original.

Curiosamente, su experimento consiste básicamente en: un simple trasplante de corazón. Ni más ni menos. 6 años después de esta película, se haría en la realidad. Oh dios mio, qué cosa más maligna y antinatural. La única diferencia es que este tio se supone que puede revivir cualquier cuerpo muerto poniéndole un corazón vivo.

La película está bien grabada y las actuaciones son correctas, pero tiene un problema principal: su absurda duración. Y no es porque sea una película larga, dura 91 minutos, lo normal, el problema es que la historia no da para eso ni de lejos, podría haber durado perfectamente 1 hora contando exactamente lo mismo. Parce que dijeron ¨a ver, tenemos que llegar a la hora y media con el guión que hay¨. ¿Solución? Vamos a alargar todo lo alargable cada una de las escenas.

Y claro, lo que han conseguido es que se haga casi aburrida, dando la sensación de que no avanza en buena parte del film.
Y el final, que podía haber tenido más chicha, se queda cortito. Una lástima.