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Animación. Fantástico. Drama
La Ley del Ciclo guía a las Puella Magi salvándolas de la desesperación, ¿pero siempre fue así? Madoka Kaname, la que una vez fuera una chica normal y corriente que vivía los días más felices de su vida, sacrificó su propia existencia para romper la cadena que ataba a todas las Puella Magi a un destino cruel. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2014
30 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada, quisiera remarcar la complejidad que entraña estructurar una crítica de la nueva película de Madoka y compañía. Son muchas las cosas, tanto positivas como negativas, que servidor tiene la oportunidad de compartir; pero empezaré por contextualizar esta peculiar obra escrita por Gen Urobuchi.
“The Rebellion Story” es la tercera parte de la trilogía de largometrajes relacionados con el universo de Madoka Magica. La diferencia con sus predecesoras (“The Beginning Story” y “The Everlasting Story”) es que estas no cuentan nada nuevo, sino que son una recopilación/resumen de los 12 capítulos del anime de 2011 (con una notable mejoría en la animación, eso sí). Por tanto, Rebellion narra una historia totalmente nueva que toma lugar justo donde tanto el anime como “The Everlasting Story” lo dejan (decir más del argumento sería un delito, hay que verlo por uno mismo).
Una vez contextualizada la obra, daré por hecho que los que continúen leyendo esta crítica han completado el visionado del anime y/o “The Everlasting Story”, así podré desarrollar mi crítica con mayor libertad. Empezamos.
Primero, si no te gustó al anime no veas Rebellion. Pero si empatizaste con estas “chicas mágicas” y sufriste como el que más con el trágico destino de Akemi Homura, ésta es tu película.
Si tuviera que comparar Rebellion con el anime de 2011, grosso modo diría que es “más de lo mismo” pero llevado todo al extremo, lo que puede ser un arma de doble filo.
En lo técnico: La animación es, sencillamente, espectacular, lo que favorece su ya de por sí precioso y peculiar apartado artístico. Sublime (vuelve la psicodelia, multiplicada por mil). La banda sonora de Kajiura Yuki sigue en su línea, adaptándose a cada situación a la perfección, pasando de esa “tranquilidad tensa” tan característica de la serie a unas batallas épicas con tintes dramáticos.
En cuanto a la trama, decir únicamente que el guión sigue siendo tan enrevesado y laberíntico (nunca mejor dicho) como de costumbre. Rebellion no es una película sencilla de digerir, por lo que se requiere una visualización activa y espabilada para pillarlo todo. La clave está en los detalles, detalles que uno puede obviar entre tanta psicodelia y simbolismo.
Algunos detractores se quejan de la complejidad del guión, aunque por lo que he podido comprobar la mayoría de ellos no supera la quincena de edad o bien se esperaba la típica historia bien machacadita de las películas tipo “magical girls”, cosa que se podría entender si hablásemos del anime, pero a estas alturas se supone que el espectador medio ya debería entender que en el universo de Madoka Magica nada es lo que parece. Todo está sujeto a interpretación.
Por lo general, el tono de la obra es tan deprimente y pesismista como siempre. Y la idea de que toda buena acción conlleve una reacción negativa de igual repercusión (para mantener así el equilibrio del universo) sigue estando igual de presente, quizá en mayor medida incluso.
Ahora lo malo.
Los personajes, desaprovechados. Si la película se hubiese llamado “Homura Magica” a secas a nadie le habría importado mucho. De hecho, otorgarle a Madoka el título de deuteragonista sería demasiado generoso. Aunque esto no es un fallo de la propia Rebellion, ya que es al final del anime cuando ceden la mayor parte del protagonismo a nuestra querida mártir de pelo azabache.
El fan service, preocupación latente. Quizá en Rebellion no haya excesivas dosis de este lastre, pero ya empieza a mostrarse un síntoma que en futuribles entregas quizá constituya un problema en caso de que a los guionistas se les agoten las ideas. Por favor, no prostituyan la saga. Gracias.
Esto último trae a colación el aspecto más controversial de Rebellion, su polémico final:
“The Rebellion Story” es la tercera parte de la trilogía de largometrajes relacionados con el universo de Madoka Magica. La diferencia con sus predecesoras (“The Beginning Story” y “The Everlasting Story”) es que estas no cuentan nada nuevo, sino que son una recopilación/resumen de los 12 capítulos del anime de 2011 (con una notable mejoría en la animación, eso sí). Por tanto, Rebellion narra una historia totalmente nueva que toma lugar justo donde tanto el anime como “The Everlasting Story” lo dejan (decir más del argumento sería un delito, hay que verlo por uno mismo).
Una vez contextualizada la obra, daré por hecho que los que continúen leyendo esta crítica han completado el visionado del anime y/o “The Everlasting Story”, así podré desarrollar mi crítica con mayor libertad. Empezamos.
Primero, si no te gustó al anime no veas Rebellion. Pero si empatizaste con estas “chicas mágicas” y sufriste como el que más con el trágico destino de Akemi Homura, ésta es tu película.
Si tuviera que comparar Rebellion con el anime de 2011, grosso modo diría que es “más de lo mismo” pero llevado todo al extremo, lo que puede ser un arma de doble filo.
En lo técnico: La animación es, sencillamente, espectacular, lo que favorece su ya de por sí precioso y peculiar apartado artístico. Sublime (vuelve la psicodelia, multiplicada por mil). La banda sonora de Kajiura Yuki sigue en su línea, adaptándose a cada situación a la perfección, pasando de esa “tranquilidad tensa” tan característica de la serie a unas batallas épicas con tintes dramáticos.
En cuanto a la trama, decir únicamente que el guión sigue siendo tan enrevesado y laberíntico (nunca mejor dicho) como de costumbre. Rebellion no es una película sencilla de digerir, por lo que se requiere una visualización activa y espabilada para pillarlo todo. La clave está en los detalles, detalles que uno puede obviar entre tanta psicodelia y simbolismo.
Algunos detractores se quejan de la complejidad del guión, aunque por lo que he podido comprobar la mayoría de ellos no supera la quincena de edad o bien se esperaba la típica historia bien machacadita de las películas tipo “magical girls”, cosa que se podría entender si hablásemos del anime, pero a estas alturas se supone que el espectador medio ya debería entender que en el universo de Madoka Magica nada es lo que parece. Todo está sujeto a interpretación.
Por lo general, el tono de la obra es tan deprimente y pesismista como siempre. Y la idea de que toda buena acción conlleve una reacción negativa de igual repercusión (para mantener así el equilibrio del universo) sigue estando igual de presente, quizá en mayor medida incluso.
Ahora lo malo.
Los personajes, desaprovechados. Si la película se hubiese llamado “Homura Magica” a secas a nadie le habría importado mucho. De hecho, otorgarle a Madoka el título de deuteragonista sería demasiado generoso. Aunque esto no es un fallo de la propia Rebellion, ya que es al final del anime cuando ceden la mayor parte del protagonismo a nuestra querida mártir de pelo azabache.
El fan service, preocupación latente. Quizá en Rebellion no haya excesivas dosis de este lastre, pero ya empieza a mostrarse un síntoma que en futuribles entregas quizá constituya un problema en caso de que a los guionistas se les agoten las ideas. Por favor, no prostituyan la saga. Gracias.
Esto último trae a colación el aspecto más controversial de Rebellion, su polémico final:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Madoka desciende de los cielos para dar descanso eterno y paz a la torturada alma de Homura, todo acorde con la Ley del Ciclo. Todo parece indicar que la historia va a tener un final en el que Homura y Madoka puedan estar juntas de nuevo. Precioso cierre a una conmovedora relación de amistad pura, ¿verdad?
Pues va a ser que no.
Homura se apodera de Madoka, convirtiéndose en Akuma Homura (guiño-guiño) y obteniendo su poder de modificar las leyes del universo. Total, que la tía rediseña el mundo, convirtiéndolo en un lugar sin chicas mágicas ni malos rollos.
Así, Madoka podrá vivir feliz como una persona normal con su familia y amigos. Pero Homura no es tonta, y sabe que al final Madoka recordará su verdadero poder, su verdadero yo (Madokami Godoka). Y, en ese momento, se convertirán en enemigas. Vamos, que no importa lo que haga nuestra querida y atormentada viajera en el tiempo, que la cruz que carga a su espalda no va a ceder ni un milímetro.
Las flores de los cerezos cercanos caen sin pausa en una vasta llanura cuya flora es mecida por la suave brisa nocturna. Una solitaria silla colocada al borde de un precipicio destaca bajo la luz de la luna, una luna triste e incompleta. Sentada en la silla se encuentra Homura, que observa la ciudad de Mitakihara en silencio, sumida en la melancolía.
Su sacrificio no ha servido para nada, aunque ella se niega a aceptarlo. Su deseo por mantener feliz a Madoka perdurará por siempre en la eternidad, aunque eso suponga para ella una cruel y solitaria existencia.
El amor que siente por su amiga se ha tornado en obsesión, aunque ella aún no lo sabe, y quizá nunca llegue a saberlo…
En resumen, un final amargo y un inesperado giro de guión que quizá no sean del gusto de todos. Lo que no se puede negar es que es coherente con el desarrollo de la historia y del personaje de Homura, por mucho que los que esperaban un “happy ending” se empeñen en decir lo contrario. Madoka Magica siempre ha sido así, y por eso es tan especial y diferente a cualquier otra serie de anime de la actualidad.
Al menos sodomizaron al puñetero gato.
NOTA: Impagable la batalla de Mami-san y Homura con el tema “Absolute Configuration” de fondo, que pone los pelos de punta. Toda la escena está ejecutada con una maestría que asusta, destacando el “intento” de suicidio de Homura y cómo duda a la hora de matar a Mami a sangre fría. Esto demuestra que, a pesar de haberse vuelto una persona fría y aparentemente insensible (como consecuencia de todo lo que ha visto y vivido en sus constantes viajes en el tiempo), en ese momento sigue conservando parte de su humanidad. Sublime.
Saludos y gracias por haber leído el tocho.
Pues va a ser que no.
Homura se apodera de Madoka, convirtiéndose en Akuma Homura (guiño-guiño) y obteniendo su poder de modificar las leyes del universo. Total, que la tía rediseña el mundo, convirtiéndolo en un lugar sin chicas mágicas ni malos rollos.
Así, Madoka podrá vivir feliz como una persona normal con su familia y amigos. Pero Homura no es tonta, y sabe que al final Madoka recordará su verdadero poder, su verdadero yo (Madokami Godoka). Y, en ese momento, se convertirán en enemigas. Vamos, que no importa lo que haga nuestra querida y atormentada viajera en el tiempo, que la cruz que carga a su espalda no va a ceder ni un milímetro.
Las flores de los cerezos cercanos caen sin pausa en una vasta llanura cuya flora es mecida por la suave brisa nocturna. Una solitaria silla colocada al borde de un precipicio destaca bajo la luz de la luna, una luna triste e incompleta. Sentada en la silla se encuentra Homura, que observa la ciudad de Mitakihara en silencio, sumida en la melancolía.
Su sacrificio no ha servido para nada, aunque ella se niega a aceptarlo. Su deseo por mantener feliz a Madoka perdurará por siempre en la eternidad, aunque eso suponga para ella una cruel y solitaria existencia.
El amor que siente por su amiga se ha tornado en obsesión, aunque ella aún no lo sabe, y quizá nunca llegue a saberlo…
En resumen, un final amargo y un inesperado giro de guión que quizá no sean del gusto de todos. Lo que no se puede negar es que es coherente con el desarrollo de la historia y del personaje de Homura, por mucho que los que esperaban un “happy ending” se empeñen en decir lo contrario. Madoka Magica siempre ha sido así, y por eso es tan especial y diferente a cualquier otra serie de anime de la actualidad.
Al menos sodomizaron al puñetero gato.
NOTA: Impagable la batalla de Mami-san y Homura con el tema “Absolute Configuration” de fondo, que pone los pelos de punta. Toda la escena está ejecutada con una maestría que asusta, destacando el “intento” de suicidio de Homura y cómo duda a la hora de matar a Mami a sangre fría. Esto demuestra que, a pesar de haberse vuelto una persona fría y aparentemente insensible (como consecuencia de todo lo que ha visto y vivido en sus constantes viajes en el tiempo), en ese momento sigue conservando parte de su humanidad. Sublime.
Saludos y gracias por haber leído el tocho.