El cuento clásico de los hermanos Grimm es reinventando como cine negro de miedo en esta película que funciona de maravilla mientras se mantiene la intriga en una primera mitad que ofrece los mejores minutos debido a una excelente ambientación y a un misterio que atrapa. Pero a partir de la aparición de un par de nuevos personajes la cinta toma un rumbo diferente que peca de extremadamente convencional, esforzándose en dar demasiadas explicaciones. Aún sin provocar demasiados sustos, se disfruta como algo diferente dentro del género, siendo un producto distendido más cercano a la fantasía que al terror.

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