Tras la poca vergüenza de la primera parte aparece esta secuela, otra obra destacada del cine mierder.

Un hechicero jubilado recibe el encargo de reclutar al joven Tyor para que reúna "los poderes de la creación para conquistar a los señores malignos" ¿Por qué él?, pues "porque sólo un corazón inocente puede vencer al más allá donde grandes pero corruptos guerreros han fracasado".

El jubilado capta al niño del pueblo y lo primero que le enseña a hacer es convertir una piedra en un pollo asado.

David Carradine y Sid Haig son las caras más conocidas de este subproducto, aparte de la guapa Lana Clarkson, que se haría famosa años más tarde tras ser asesinada de un tiro en la boca por el productor musical Phil Spector.

Critica de la primera parte: https://www.filmaffinity.com/es/film863003.html