Echando una ojeada rápida al trailer de 'Cazador de demonios', lo primero que piensas es que, en efecto, es una de esas basuras de Dolph Lundgren estrenadas directamente en vídeo cuyos diálogos son tan absorbentes como leer los pasatiempos impresos en una caja de cereales. Luego te fijas con algo más de detenimiento, sacas al rastreador cinéfilo que hay dentro de ti, y cuando ves 3 o 4 cabezas estallando, cowboys zombies y sacerdotes poseídos saltando por los aires mas un atajo de paletos sureños soltando frases tan ingeniosas como las tiras cómicas impresas en una caja de cereales -sí, en los envases de Choco Krispies cabe un vasto universo creativo- deduces que tal vez se trate de otra chorrada perpetrada por Mike Mendez ('Big Ass Spider', 'Lavalantula' ). Pero... ¿y si 'Cazador de Demonios' (2016, Mike Méndez) fuese ambas cosas? Y así es, en efecto. Sin obviar ciertos guiños de guión (sic) hacia 'Viernes 13 Parte IX: Jason va al infierno' (1993, Adam Marcus) que no pasarán inadvertidos para aficionados al terror más costroso.
Si eres de esos a quienes se les hizo la boca agua cuando Jack Nicholson y Martin Scorsese trabajaron juntos por primera (y única) vez en 'Infiltrados', o cuando Ingrid e Ingmar Bergman coincidieron al fin en 'Sonata de otoño', puede que tener en una misma película a Mike Mendez y Dolph Lundgren te produzca un efecto similar. No te atrevas a ignorar este gran evento cinematográfico.