Uno de los primeros trabajos de Fernando Ayala, comprometido director argentino. La película es una crítica al peronismo y a ese culto a la personalidad y a los "jefes" cuya grandeza muchas veces es impostada, caudillos que nacen de la mediocridad reinante y del dejarse llevar, y que son capaces de traicionarte después de haberte exprimido. La productora Aries, donde Fernando Ayala coincidía con Hector Olivera (productor de esta cinta), llevaría adelante tiempo después iconos como "La Patagonía rebelde" o "Tiempo de revancha". Película interesante, con una inquietante interpretación de Alberto de Mendoza, y con un trasfondo aplicable a cualquier época y país, pero muy identificable en la América Latina de la época. Por cierto, música del gran Lalo Schiffrin. Interesante.