Podemos comprobar en este Un-Natural Act que Jim Carrey invirtió los primeros años de su carrera como humorista a ser el rey de las muecas, y probablemente lo consiguió. Muy pocos pensaban que ese excéntrico personaje acabaría convirtiéndose en un grandioso actor, no solo de comedias, también como un actor capaz de emocionar y llevar a su terreno infinidad de diferentes papeles.
Porque hay que reconocerle a Jim Carrey su valentía, aunque por fortuna el mundo está cambiando y se le empieza a respetar, por decirlo de alguna manera, como un buen actor a pesar de que de vez en cuando se sigue dejando ver en más de un bodrio con la etiqueta de comedia familiar.

En este monólogo Jim Carrey demuestra sus virtudes y sus carencias. Ambas cosas saltan a la vista al poco de comenzar, y se hacen más que palpables conforme va bajando el ritmo del contenido. Jim Carrey no nos cuenta nada particularmente gracioso con sus palabras, no es nada del otro mundo, pero su cuerpo es un elemento digno de estudio haciendo muecas inimitables, muchas veces como si tuviera su centro de gravedad en otro sitio.

Divertido y curioso, pero a estas alturas solo recomendable para los fans de Jim Carrey, entre los que me incluí siempre a pesar de que no siempre tiene fortuna en los papeles que elige, al igual que no tuvo fortuna con el contenido de su monólogo.