La idea de Simon Fellows es buena, pero la ejecución ya es otra cosa. Malice in Wonderland es una adaptación de la Alice que casi todos conocemos en un mundo mucho más oscuro y perverso, donde drogas, prostitución y mafias se entremezclan. Alice goza de esa inocencia propia de su personaje, pero el mundo acaba por convertirla prácticamente en un personaje más acorde con el contexto.

Lo "mágico", por decirlo de alguna manera, es que se revive el cuento de una manera peculiar, y que está tan camuflado que si no conocemos los personajes de la novela no caeremos en que son ellos. Sin embargo, estos personajes, todos ellos humanos en este caso, únicamente pasan por esperpénticos y por raros y nada más. Es precisamente en ello donde la película cae más en lo ridículo que en lo peculiar.

Una trama detrás de todo que tira más hacia el thriller. Cuando la historia te empieza a importar todo se acaba. Se agradece el toque británico, pero está demasiado diluido en lo abstracto de sus personajes, o mejor dicho, en lo que pretende ser el abstracto, porque parece que lo único que tienen de raros son sus características visuales.