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España España · Málaga
Voto de Kiko:
6
Comedia Falso documental que relata la final del campeonato de Wimbledon de 2001, donde se enfrentaron dos mortales rivales. Por un lado, estaba la controversial superestrella Aaron Williams (Andy Samberg). Frente a él en el césped, se encontraba la lenta esperanza de Inglaterra, Charles Poole (Kit Harington), un prodigio forzado por su madre a agarrar la raqueta. Chocando en el gran encuentro por la gloria, los dos dieron todo lo que tenían. ... [+]
21 de septiembre de 2015
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
HBO, uno de los canales de televisión por cable más populares de Estados Unidos, sigue gozando de una salud envidiable. Juego de Tronos continúa siendo un auténtico fenómeno. Hace unos días, junto a la noticia de los fichajes de Ian McShane y Max Von Sydow para los próximos episodios, también supimos que probablemente la serie se extienda hasta una octava temporada. Por otro lado, esta misma semana terminaba la segunda parte de True Detective y se anunciaba Westworld para 2016, nueva producción basada en la novela del mismo nombre de Michael Crichton, dirigida por Jonathan Nolan y entre cuyos protagonistas se encuentran Anthony Hopkins, Ed Harris o Evan Rachel Wood.

De vez en cuando la cadena afronta proyectos muchos menos ambiciosos, puro divertimento sin muchas pretensiones. Es el caso de este 7 Days in Hell, un falso documental que cuenta la historia de un partido de tenis que duró una semana durante el torneo de Wimbledon celebrado en 2001. Los contrincantes, Aaron Williams (Andy Samberg) y Charles Poole (Kit Harington) no pueden ser más distintos. Mientras uno se cree y vive como una estrella del rock, el otro, Poole, se vio arrastrado desde pequeño a las canchas por su grotesca madre. Es inevitable no soltar alguna carcajada en los cuarenta minutos que dura esta disparatada historia, pero también hay que advertir que un alto porcentaje de la gracia que pueda tener se basa en los obsceno, en ese humor al que normalmente se suele denominar de brocha gorda. Otra de sus atracciones son las diferentes apariciones de personajes de toda índole: David Copperfield, John McEnroe, Soledad O’Brien, Serena Williams o Lena Dunham complementan con anécdotas y relatos las vidas de Williams y Poole.


Narrado por Jon Hamm -actor que daba vida al ya inmortal Don Draper de Mad Men-, 7 Days in Hell consigue su propósito de refrescar la pantalla del televisor o monitor con un producto apartado de las monumentales series -además de películas y documentales- a las que nos tienen acostumbradas la cadena. Agradable respiro, notable capricho.
Kiko
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