US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de Cinemagavia:
Drama
Una mujer es hallada asesinada en la estepa de Mongolia. Durante una noche, un policía joven e inexperto tiene que custodiar la escena del crimen. Dado que desconoce los peligros del lugar, le envían a una pastora lugareña para protegerle a él y al cadáver. Se trata de una resuelta mujer, de unos treinta y tantos años, que sabe cómo manejar un rifle y ahuyentar a los lobos. Ella se encarga de encender una hoguera para combatir el frío. ... [+]
12 de febrero de 2020
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Una película que polarizará la opinión del público
El máximo galardón que se llevó en Valladolid El huevo del dinosaurio (Öndög), fue un premio discutido, pero para mi no discutible. La proyección de la película en Seminci causó reacciones polarizadas entre los que defendíamos la originalidad de la propuesta y los que veían en ella un ejercicio de estilo vacío de contenido. Tesis a la que el propio guionista y director Wang Quan’an ayudó a alimentar cuando aseguró en rueda de prensa que comenzó a rodar la película sin guion.
El huevo del dinosaurio (Öndög) es una reflexión sobre el ciclo de la vida que podría dividirse en dos películas independientes, ya que su narrativa va mutando constantemente. En la primera mitad, nos encontramos con un thriller policíaco bastante atípico y original. Se inicia con el descubrimiento del cadáver de una mujer desnuda en la fría estepa de Mongolia. Un joven policía, ingenuo e inexperto, deberá velar el cadáver mientras intenta sobrevivir al frío y a los lobos al son del Love Me Tender de Elvis Presley. Por suerte, recibirá la ayuda de una pastora curtida en lidiar con el clima y los animales salvajes.
*Cine policíaco y humor absurdo
Toda la primera mitad de El huevo del dinosaurio (Öndög) está rodada con apabullantes planos generales lejanísimos que nos hacen disfrutar de unos paisajes espléndidamente fotografiados por Aymerick Pilarski. Esas imágenes, en su mayoría estáticas, nos sumergen de lleno en el peculiar ritmo de la película.
Lenta y contemplativa, se impregna con un humor absurdo y algunas situaciones grotescas que descolocan al espectador. Aunque esta parte causó deserciones en la sala y algunos alegan que podría ser drásticamente recortada, a mi me parece lo mejor de la película, un tramo verdaderamente fascinante al tiempo que divertido.
Para ponernos en contexto, si Fargo (2014) de los Hermanos Coen hubiera tenido una adaptación autóctona en Mongolia, con sus peculiaridades culturales y sociales, podría parecerse mucho a las primeras secuencias de El huevo del dinosaurio (Öndög). Sin embargo, a medida que cae la noche y nuestros dos protagonistas van intimando, la planificación cambia y los encuadres se van cerrando. Es el momento en que Wang Quan’an, autor de La boda de Tuya (2006), consuma la incubación del huevo de dinosaurio del título y que centrará la segunda parte del film.
*El símbolo del huevo
El huevo como símbolo generador de vida. Se utiliza a los dinosaurios como metáfora del inicio del mundo, aprovechando que el primer fósil de un huevo de estos seres prehistóricos fue descubierto precisamente en Mongolia. En la segunda mitad, El huevo del dinosaurio (Öndög) se aleja tanto del relato criminal como del humor absurdo para, poco a poco, ir abrazando un drama más intimista y reflexivo.
El film se centra en el personaje de la pastora, interpretada con naturalidad por la actriz no profesional Enkhtaivan Dulamjav. En este instante, El huevo del dinosaurio (Öndög) se convierte casi en un docudrama antropológico que nos detalla su manera de entender la vida, su relación con otro pastor de la zona y, sobre todo, cuál es su visión de la maternidad. Hay un cambio de estilo narrativo y los encuadres se centran con primeros planos en la fuerza de esa mujer empoderada en un entorno rural.
*Conclusión
El huevo del dinosaurio (Öndög) del director chino Wang Quan’an, es una película peculiar y con cambios de registro algo desconcertantes que pueden dificultar su visionado a los espectadores más impacientes, ya que su ritmo narrativo es lento y contemplativo. Pasa de la comedia absurda al drama costumbrista, con una trama de investigación policíaca de fondo.
La planificación en los encuadres utilizados va mutando a medida que avanza la trama, pasando de los planos generales iniciales a los primeros planos. También utiliza puntualmente el recurso de la cámara lenta de forma innecesaria, pero si se entra en el microcosmos que plantea la película, el espectador quedará seducido por sus fascinantes imágenes y se encontrará con un film de belleza arrebatadora, divertido y con una sencilla pero eficaz reflexión sobre la vida.
Escrito por Daniel Farriol
El máximo galardón que se llevó en Valladolid El huevo del dinosaurio (Öndög), fue un premio discutido, pero para mi no discutible. La proyección de la película en Seminci causó reacciones polarizadas entre los que defendíamos la originalidad de la propuesta y los que veían en ella un ejercicio de estilo vacío de contenido. Tesis a la que el propio guionista y director Wang Quan’an ayudó a alimentar cuando aseguró en rueda de prensa que comenzó a rodar la película sin guion.
El huevo del dinosaurio (Öndög) es una reflexión sobre el ciclo de la vida que podría dividirse en dos películas independientes, ya que su narrativa va mutando constantemente. En la primera mitad, nos encontramos con un thriller policíaco bastante atípico y original. Se inicia con el descubrimiento del cadáver de una mujer desnuda en la fría estepa de Mongolia. Un joven policía, ingenuo e inexperto, deberá velar el cadáver mientras intenta sobrevivir al frío y a los lobos al son del Love Me Tender de Elvis Presley. Por suerte, recibirá la ayuda de una pastora curtida en lidiar con el clima y los animales salvajes.
*Cine policíaco y humor absurdo
Toda la primera mitad de El huevo del dinosaurio (Öndög) está rodada con apabullantes planos generales lejanísimos que nos hacen disfrutar de unos paisajes espléndidamente fotografiados por Aymerick Pilarski. Esas imágenes, en su mayoría estáticas, nos sumergen de lleno en el peculiar ritmo de la película.
Lenta y contemplativa, se impregna con un humor absurdo y algunas situaciones grotescas que descolocan al espectador. Aunque esta parte causó deserciones en la sala y algunos alegan que podría ser drásticamente recortada, a mi me parece lo mejor de la película, un tramo verdaderamente fascinante al tiempo que divertido.
Para ponernos en contexto, si Fargo (2014) de los Hermanos Coen hubiera tenido una adaptación autóctona en Mongolia, con sus peculiaridades culturales y sociales, podría parecerse mucho a las primeras secuencias de El huevo del dinosaurio (Öndög). Sin embargo, a medida que cae la noche y nuestros dos protagonistas van intimando, la planificación cambia y los encuadres se van cerrando. Es el momento en que Wang Quan’an, autor de La boda de Tuya (2006), consuma la incubación del huevo de dinosaurio del título y que centrará la segunda parte del film.
*El símbolo del huevo
El huevo como símbolo generador de vida. Se utiliza a los dinosaurios como metáfora del inicio del mundo, aprovechando que el primer fósil de un huevo de estos seres prehistóricos fue descubierto precisamente en Mongolia. En la segunda mitad, El huevo del dinosaurio (Öndög) se aleja tanto del relato criminal como del humor absurdo para, poco a poco, ir abrazando un drama más intimista y reflexivo.
El film se centra en el personaje de la pastora, interpretada con naturalidad por la actriz no profesional Enkhtaivan Dulamjav. En este instante, El huevo del dinosaurio (Öndög) se convierte casi en un docudrama antropológico que nos detalla su manera de entender la vida, su relación con otro pastor de la zona y, sobre todo, cuál es su visión de la maternidad. Hay un cambio de estilo narrativo y los encuadres se centran con primeros planos en la fuerza de esa mujer empoderada en un entorno rural.
*Conclusión
El huevo del dinosaurio (Öndög) del director chino Wang Quan’an, es una película peculiar y con cambios de registro algo desconcertantes que pueden dificultar su visionado a los espectadores más impacientes, ya que su ritmo narrativo es lento y contemplativo. Pasa de la comedia absurda al drama costumbrista, con una trama de investigación policíaca de fondo.
La planificación en los encuadres utilizados va mutando a medida que avanza la trama, pasando de los planos generales iniciales a los primeros planos. También utiliza puntualmente el recurso de la cámara lenta de forma innecesaria, pero si se entra en el microcosmos que plantea la película, el espectador quedará seducido por sus fascinantes imágenes y se encontrará con un film de belleza arrebatadora, divertido y con una sencilla pero eficaz reflexión sobre la vida.
Escrito por Daniel Farriol
