Es cierto que no hay marcianos (al menos de momento) pero tiene todos los ingredientes para ser una comedia divertida, con bastantes más pretensiones que las que se están estrenando últimamente.

Partimos de que el Apocalipsis ha llegado: no se trata de reunir un grupo variado de antihéroes que deban salvar la la humanidad en el último momento. Ha sucedido: hay 15 supervivientes en un bunker enterrado en Slough (pueblecito cerca de Londres), sólo hay algunas imágenes de ellos y además de raritos, parecen aterrorizados.

Se trata de ver qué ha pasado y cómo han llegado hasta allí.

Así, se retrocede algo más de un mes y se van reconstruyendo las historias de todos los personajes que, en principio, no comparten nada, pero que poco a poco descubrimos que tienen cosas en común.

Mi subtrama favorita, quizás la más original de esta comedia de catástrofes, es la llevada en el Vaticano, donde un sacerdote y una monja rebelde tienen el encargo del Papa de localizar al Anticristo, que debe preceder al Apocalipsis.

Recomendable, para descansar de las invasiones Zombies.