Como dice otro amigo por ahí, una de esas películas que pillabas en el Plus de adolescente, y hasta te la veías dos veces. Vaya tiempos en los que las castañas no parecían pilongas.

El guión es malo, pero los actores hacen que la cosa tire para delante. El tema de la infidelidad de la mujer liada con el mejor amigo de su marido siempre tiene atractivo, y viene como casi siempre a decir que ellas les prefieren malotes. Puede ser, pero se casan con los que parecen buenos.

El cuatro es por la nostalgia y porque la protagonista se parecía a una compañera de instituto de la que estaba enamorado, y sobre todo porque Nicolas Cage, aunque lo intenta, no consigue arruinar la película.