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España España · Valladolid
Voto de vircenguetorix:
7
Drama. Romance. Thriller Madrid, 1955. Paco, un joven que acaba de terminar el servicio militar, decide establecerse en la capital. Tiene planeado casarse con su novia Trini, pero otra mujer, una atractiva viuda llamada Luisa, a la que ha alquilado una habitación, se cruza en su camino. Obsesionado con su amante, Paco se alejará cada vez más de su novia, teniendo que elegir entre ambas. (FILMAFFINITY)
2 de octubre de 2008
38 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La huella del crimen” era una excelente serie producida para televisión española que a mediados de los años ochenta nos recreaba algunos de los episodios más tremebundos de la crónica negra durante el franquismo principalmente, aunque también los había que trataban periodos anteriores.

Cada uno de los episodios estaba dirigido y protagonizado por lo mejorcito del panorama cinematográfico español. De entre ellos destacaría “El crimen de la calle Fuencarral” o “Jarabo”.

Posteriormente, en 1991, tuvimos una segunda tanda de entregas, y aunque le nivel ya no estuvo tan alto, no dejaba de ser muy interesante como aquel de “El crimen del expreso de Andalucía” de Imanol Uribe.

Vicente Aranda, que ya había realizado uno en la etapa anterior- “El crimen del capitán Sánchez” fue uno de los que repitió junto con Pedro Costa Muste –era el productor- y el desaparecido Ricardo Franco.

El capítulo de Aranda iba a ser realmente el último de la serie, y sin embargo no fue así, ya que terminó por convertirse en un largometraje, que sin lugar a dudas supone una de las mejores películas españolas de su tiempo.

Es posible que el argumento no sea excesivamente elaborado, al fin y al cabo no era más que un episodio de 70 minutos donde se narraba un crimen, y en la ampliación se ha rellenado el resto sobre todo con escenas de cama.

Pero esta es una película de actores, de unos personajes dirigidos con maestría por Aranda, que arrebatan la pantalla y te llevan por la pasión desenfrenada. Los tres están bien, y tanto Victoria Abril, Jorge Sanz como Maribel Verdú compiten por momentos en intensidad y turbación.

Y no podía dejar de referirme a uno de los aspectos que más me gustan de esta película. Su gusto por el detalle. Una planificación de cada escena perfecta, un placer de decorados –que ya sólo se encuentra en las películas de Garci- y una fotografía de José Luis Alcaine absolutamente idónea.

La película más redonda de Aranda, que merece estar en cualquier videoteca.

Nota: 7,2.
vircenguetorix
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