Querer ser original ha llegado a ser un inconveniente en vez de una virtud en los thrillers norteamericanos de los últimos años. Se trata de dar una y otra vuelta de tuerca para conseguir el efecto final. No se dan cuenta que lo más importante para una buena historia es la verosimilitud, es como cuando la gente joven busca juegos de deporte o de guerra y exige que sean realistas.

“The Salton Sea” –ahora ya no pierden el tiempo ni traduciendo los títulos- es un intento de imitar y seguir en cierta forma la estela de “Memento”, evidentemente no sólo no lo consigue sino que se pierde en un aburrimiento por un lado y en un exceso de ensalada de tiros por otra cuando no venía a cuento.

Al menos Val Kilmer, actor desaprovechado, le da un aire de interés en un papel que le queda correcto. Destacar también algún que otro toque cómico muy bueno, como cuando planean el robo, con las desternillantes imágenes que acompañan a la descripción.

Puede que si hubieran intentado hacer una comedia hubiera sido un acierto, pero quisieron hacer una de intriga dramática y el tiro les salió por la culata.

Nada nuevo bajo el sol, o lo que es lo mismo, nunca nadie se arrepentirá si no la ve.