Decidí ver esta película por la nostalgia hacia la serie y con ninguna expectativa, más bien curiosidad, y he decir que me ha sorprendido, para bien en su mayor parte.

Los pros, los personajes están sorprendentemente bien desarrollados, la dinámica entre ellos es muy divertida con algún guiño a la serie pero adaptada a los tiempos modernos; son personajes nuevos y carismáticos que pueden conectar con un público ajeno a la nostalgia, que nunca haya visto la serie en la infancia. Hay efectos visuales bastante chulos, la música llega a ser épica en algún momento y tenemos la voz de Brian Cranston para contar la trama por si hay algún despistado.

Los contras, los arcos emocionales de los personajes rebosan clichés adolescentes, la historia gotea por todos los lados, cuando llega el momento de la acción pasa todo demasiado rápido especialmente en el tercer acto donde vivimos un sin fin de casualidades convenientes, y una escena aleatoria que de verdad parece un anuncio de donuts.

Balance final, película interesante para ver si fuiste fan de la serie o si tienes curiosidad de por qué había fans de la serie.