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España España · Badajoz
Voto de Weis:
7
Thriller. Acción. Romance Micky y Mallory, una pareja poco convencional de jovenes amantes, sienten que han nacido para matar: son dos despiadados criminales que tienen atemorizada a la población. El presentador de un programa sensacionalista decide aprovechar la fascinación que su personalidad ejerce sobre el público para convertir a los asesinos en héroes televisivos. (FILMAFFINITY)
15 de octubre de 2008
121 de 145 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre. Un director. Una carrera cinematográfica. En su haber posee 3 Óscars y 3 Globos de Oro. Ante ese palmarés, debería ser alguien respetado. O no.
Si Oliver Stone es quien es, se debe a él mismo: en "Platoon" hizo un excelente análisis del sin sentido de la guerra (aunque su función no fue antibelicista) por parte de unos, del estado alienado de otros, de sentimientos inhumanos, de crudeza en general. Ganó el Óscar al mejor director (merecido o no).
"Wall Street", un año más tarde, considerada de lo mejor de su carrera. Michael Douglas consiguió el Óscar al mejor actor.
Un año más tarde, "Nacido el 4 de Julio". Otro Óscar para la vitrina.
Aparentemente no se le puede reprochar nada. Pero es solo eso, apariencia.
Stone basa su dirección en unos credenciales inusuales: mezcla un montaje alocado, planos picados y contrapicados, cascada visual mareante, primeros planos deformantes (aunque no abusa tanto de ellos como lo hacía Peter Jackson), inserta escenas sin trascendencia (paisajes, cielos, animales) entre conversaciones o narraciones en off.
Y el mayor ejemplo de su técnica puede que sea "Asesinos natos". Personalmente, una película con serias dificultades para calificar.
Utiliza como excusa la crítica hacia una sociedad deshumanizada, violenta y descorazonada, instigada por el mas trascendente medio de comunicación, la T.V . Ideada por Tarantino, Stone "retocó" el guión y convirtió un tema tan delicado y vomitivo en descacharrante y, existencialmente, censurable.
Pero el señor Oliver no se saciaba con ello: tenía que desarrollar un montaje experimental basado en numerosos objetivos de cámara, lentes y filtros, negativos en color, blanco y negro, dibujos animados, obsesivos planos picados e intensos focos.
De una carga sátira demencial y sensacionalismo avasallador, dos asesinos que dejan una cifra de 52 muertos son convertidos en estrellas del panorama por un presentador sin escrúpulos y sus ayudantes, y por la audiencia (la parte mas importante).
En otras palabras, 52 muertos son: personas con toda la vida por delante que no seguirán disfrutando de ese privilegio, familias destrozadas, amigos hundidos, en muchos casos golpes morales insuperables, piltrafas humanas que se reducirán a vegetales.

¿Cómo puntuar? ¿Se merece un 10, se merece un 0? Yo prefiero intentar contestar esta pregunta: ¿Qué nos merecemos nosotros? .
Stone se ríe de esto, y con su mas puro sentido. Nos hace cómplices de ello, no hace culpables. Solo tenéis que poner atención a la forma tan bella en la que los telediarios nos informan de los muertos en carreteras, o de los maridos que matan su familia y se suicidan. Escuchen atentamente esa poetización del lenguaje a través de eufemismos. Y comprueben la indiferencia que les causa a los telespectadores lo que están escuchando y viendo.
¿Queremos culpables o responsables? Pues mirémonos al espejo.

PD: La actuación de Downey Jr. es tan impresionante como deplorable. Tan genial como vomitiva.
Weis
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