No es un peliculón, eso está claro, pero dudo mucho que nadie le pidiese que lo fuese, de hecho creo que es una de las películas más honestas que he visto con el espectador ya que te ofrece justo lo que podías esperar de ella, una película llena de aventuras, con un ritmo alto y con toques de humor sencillo y asequible, pero que encaja perfectamente con la historia que se quiere contar.

Los personajes, pese a no ser de una profundidad encomiable y ser bastante estereotipados no son tampoco tan planos como en otras producciones de este estilo y en mi opinión la pareja resulta bastante convincente en las diferentes situaciones y en su evolución a lo largo de la película.

Es una película hecha para entretener, y lo consigue sin renunciar a cierta calidad pese a no poder rehuir muchos tópicos y previsibilidad, pero que para ver un sábado por la tarde o noche disfrutando de unas buenas palomitas y con la única pretensión de pasar un rato agradable me parece una muy buena opción.