Como víctima en el pasado de acoso escolar, he visto muchas películas sobre el tema: ELEPHANT, COBARDES, KLASS, BULLYING... Todas ellas muy buenas y muy bien contadas desde varios puntos de vista diferentes, pero ninguna consigue retratar con toda fidelidad y sensibilidad dentro de la crudeza del tema la historia del ACOSO ESCOLAR como esta serie de ficción de estilo DORAMA proveniente de Japón y basada en el espléndido y popular manga aún más duro todavía del mismo título de 20 volúmenes.

Con una variedad de personajes y desarrollada durante 11 episodios, esta serie ha conseguido contar de forma perfecta la historia empezando como una pesadilla infernal muy dura durante varios episodios hasta finalizar en un giro de tuerca en el que todos reciben su merecido y existe la esperanza al final del túnel en forma de JUSTICIA. Es un tema muy duro a nivel mundial, en España lleva más de 20 años existiendo, pero en Japón debe de suceder a la orden del día, hasta el punto de producirse suicidios en masa casi a diario que no se llegan ni a contar de lo habituales que son y donde los responsables de los institutos no sólo no dan la cara sino que encubren este MAL o ENFERMEDAD. Además, esta serie tuvo dificultades en llegar a su final por las críticas de muchos padres pero al final, por suerte, lo consiguió. Es un mal actual que debe ser contado para ser erradicado y que puede ayudar a muchos jóvenes ya que transmite algo esencial que yo nunca tuve: LA FORTALEZA DE UNO MISMO y, con suerte, el apoyo de un amigo.

Los 4 personajes principales transmiten de maravilla sus papeles, especialmente AYUMU que conmueve con su ternura, sus palabras y su rostro cándido y real, de la misma manera que sucede con MANAMI que con su hermoso rostro puede convertirse en la cónyuge del mismísimo diablo. Además, la banda sonora es fabulosa, tanto la instrumental como el tema vocal principal de los créditos. Ojalá no tuvieran que existir estas series o películas porque eso significaría que este MAL ha dejado de existir. Mientras los profesores, padres y alumnos sigan ignorando lo que sucede en las escuelas, evitando el tema o incluso fomentando el acoso escolar, seguirán sucediendo dramas como éste. Hay que empezar a entender que EDUCAR no es simplemente enseñar materias de aprendizaje, sino también enseñar valores para la vida, bastante más importantes para los alumnos que materias que olvidarán con el tiempo. Y educar es responsabilidad no sólo de los profesores, sino también de los padres y, aunque sea difícil, incluso de los compañeros que observan sufrir a otros, participan con la risa o son los propios líderes del acoso. Porque, en esta vida, todo lo que sube tiene que bajar...