Estupenda recomendación de alma gemela. Una película donde se mezclan con habilidad esos trucos de magia imposibles, y una gestión de las emociones que generan la responsabilidad y el amor, todo ello sin edulcorantes artificiales.

Resulta curioso que el largometraje se desarrolle en menos de hora y media, sin escenas de relleno y con una buena gestión del ritmo. La trama es original, destacando la manera en que su director J.D. Dillard entrega un trabajo al espectador, sencillo, así como altamente entretenido.