Lo mejor que puedo decir de esta pelicula infantiloide es que mi sobrino de 8 años se mondó de risa con los gags del gato, y la revisionó varias veces. Viendo las críticas de los demás "filmafiniteros", podria asegurar, con total garantía, que ninguno de ellos tiene 8 años...
No pueden negar que el diseño artístico de la película es original y detallista a la hora de recrear una ciudad americana, colorista al máximo y exagerando personajes y situaciones para lograr una comicidad de lo absurdo y lo carente de toda lógica.
A mí me pareció una película entretenida y con un estallido de color y de efectos especiales que nos aleja de la mediocridad, eso sí, con un corto metraje, que bien pudo haberse preñado de más ideas y de situaciones que nos dejaran aún mejor sabor de boca. Ya se sabe, si uno se quiere divertir, mira el mundo como un pequeñín...