Tercero de los filmes tras el traspaso de la franquicia de la Metro-Goldwyn-Mayer a la RKO. Cambio de actriz, con una nueva Jane, personaje que no había aparecido en filmes anteriores, mientras que se mantiene el Tarzán más famoso del celuloide- Johnny Weissmuller -junto al actor que hacia de su hijo Boy.

Un Tarzán muy domesticado y doméstico, con una casa que parece la de "Los Picapiedra", con sus alfombras de fibra y hasta su escoba. Tarzán ya no es un hombre de la selva, sino un hombre que vive en la selva. Matiz importante. Podría ser uno de tantos urbanitas con su casa ilegal en un terrenito rural a la que va un fin de semana, ¡Si tiene hasta su propia piscina!

Para renovar un poco su Universo, los guionistas en esta época de Tarzán, acuden a las novelas originales de ER. Burroughs e incorporan elementos fantásticos, en este caso una civilización de amazonas blancas en el corazón del África Negra. En las siguientes películas veremos otros pueblos y otras gentes en una selva más próxima al mundo de Conan que al propio del siglo XX.
Magníficos vidrios pintados, con unas montañas majestuosas y una ciudad de Palmira bastante resultona. por lo demás, lo de siempre, la codicia sin freno de los exploradores, que recibirán su merecido, ante la mirada impasible de Tarzán, que no moverá ni un dedo. Una escena bastante fuerte a la que lo piensas.

Entretenido filme. Resultón. Curiosamente, en este filme Tarzán no emite su clásico grito.