Peliculita independiente de los años 50, con un toque pseudo-científico, Gog podría ser un antecedente de "Estación 3-Ultrasecreta" o de "La amenaza de Andrómeda". Efectivamente, un complejo ultrasecreto se ve amenazado y sus científicos van cayendo, como chinches con bata, sin conocer el causante. El guionista debió pasarlo mal con las asignaturas de ciencias en bachillerato ya que se recrea con el fin de los científicos, más próximos a la franquicia de "Destino final" que a un filme cincuentero. Por otro lado, esa obsesión de mostrarnos esa anticipación científica, con todo detalle, mediante experimentos que parecen del programa de A3 "El Hormiguero", hace que el argumento del filme no empiece a asomar pasado el ecuador de la misma. No obstante, el filme tiene su emoción y encanto, como todos los filmes de esos años. No será un clásico, pero entretiene.