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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
5
Terror Un monstruoso cocodrilo ataca una villa turística italiana. (FILMAFFINITY)
27 de agosto de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Prototípica película italiana de monstruos voraces come-personas a imitación del "Tiburón" de Spielberg, con buenas localizaciones, en el que además del caimán aparecen tribus hostiles, en un guión que intenta ser complejo, en la línea de la mencionada "Tiburón" y del otro clásico "Piraña"(J. Dante, 1978)

Curiosamente, el arranque debió inspirar a Michael Crichton en su novela "Parque Jurásico" o a Spielberg, ya que se trata de un complejo hotelero, con actividades de safari visual para los hospedados, como el puente de los cocodrilos, con sus propios logos y grafismo. El filme se inicia con un helicóptero - como con Parque Jurásico- que llega al complejo, que está en pruebas, llevando a un fotógrafo y que prontamente recibirán unos turistas-piloto, para ver las deficiencias de dicho complejo. Luego pasa a ser el típico filme del monstruo comepersonas, aderezado con los nativos violentos.

La ambientación es realmente confusa. Dicen que es África, aunque entre la fauna que aparecen nos obsequian con cobras, orangutanes y hasta una iguana, animales que no son propios del África subsahariana y dos de ellos ni siquiera de ese continente. Y los nativos no parecen negros africanos. La explicación es que se rodó en Sri Lanka, empleando como nativos a los locales de la isla, que nada tienen que ver con los nativos africanos. Así mismo, el titulo del filme - caimán- un animal propio de Sudamérica, aún añade más confusión, aunque bien es cierto que esta aparente incoherencia se menciona en el filme por parte de una de las protagonistas.

La película es mediocre, aunque cumple su cometido. Los efectos especiales - el caimán - son bastante pobres, restringiendo sus apariciones a la noche - el caimán tiene malos hábitos alimenticios - empleando un animatrónico realmente cutre junto a un muñeco a escala reducida para planos generales. No obstante, la escabechina final, con el inteligente uso de planos cortos muy rápidos, está bastante lograda.

Un filme reservado a los aficionados a los bichos malos y a las rarezas setenteras.
Quinto Sertorio
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