No entiendo cómo es posible que todas las series y películas británicas que tienen lugar en el siglo XVIII y XIX estén tan j.... damente bien ambientadas. Es que aunque la trama sea un truño, te quedas embobado mirándolo todo y sintiéndote transportado al pasado. Supongo que este facilidad en la ambientación tendrá que deberse a que el Reino Unido es un país que "luce" antiguo (un país donde deben quedar muchos edificios y lugares que no han sido alterados con el paso del tiempo y que sirven de marco incomparable para realizar este tipo de series y películas).
La serie que nos ocupa es otro ejemplo de ambientación magistral. La historia en sí pese a ser una historia sobre magos y hechizos no es una serie de "aventuras" al uso, es más bien una serie pausada que se disfruta si no espera uno acción desenfrenada Harry Potter´s style.
He leído el libro y, creo, que está muy bien adaptado (es increíble cómo el actor que da vida a Mr. Norrell encaja perfectamente con la imagen que me hice de él) siendo sólo el "gentleman" (el espíritu que atormenta a Stephen Black y a la sra. Pole) el personaje que más se aleja del libro (mientras que en el libro es un ser caprichoso, travieso e inconsciente de sus actos que sólo busca su diversión personal e impone su voluntad creyendo que con ello hace favores a los demás, en el libro aparece como un ser mucho más oscuro y maligno).
Una serie muy interesante aunque no será la aventura fantástica que muchos puedan buscar