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Voto de Caith_Sith:
3
Drama Oskar Schell, un niño precoz de once años, es inventor, diseñador de joyas, astrofísico y pacifista. Tras la muerte de su padre en los atentados del 11 de septiembre de 2001, Oskar encuentra un misterioso sobre con una llave y se lanza a la búsqueda de la cerradura que esa llave puede abrir. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2012
89 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan fuerte, tan cerca (Extremely Loud and Incredibly Close, 2011) de Stephen Daldry es apoteósica. Creo que no había llorado tanto desde la escena de la maqueta de Zoolander.

Lo que consigue aquí el realizador de notables propuestas como "The Hours" o "The Reader" es que nos sea imposible tomarnos en serio el drama de un crío con una herida abierta por los hechos del 11-S, debido a su intento de cargar las tintas emocionales fallando estrepitosamente en todo momento. Es ésta, como bien apunta Lou Lumenick del New York Post, "una película a la caza del Oscar en su forma más descarada y censurable". Otros filmes recientes con este perfil (como la discutida "Criadas y señoras" -The Help-) no habían fallado de forma tan exagerada y es que para encontrarnos un batacazo equiparable al presente tenemos que irnos unos años atrás, cuando en teoría todo el mundo ponía en sus quinielas el último proyecto de Peter Jackson, "The Lovely Bones", hasta que la crítica americana la destrozó. Poco después supimos que las hostias eran totalmente merecidas porque la película era una mierda con dos momentos resultones y más azúcar que la despensa de Remedios Cervantes. Lo flipante es que Daldry lo ha superado.

En este subgénero de "películas-pro-premios-con.niño" lo que se consigue con "Tan fuerte, tan cerca" es casi milagroso. El trabajo de montaje consiste en superponer imágenes tristes a voces en off que nos cuentan lo mucho que sufre el crío de los cojones mientras vive su aventura sideral en una burbuja/realidad semi-alternativa. El punto de partida no es malo, conste (no hablo del contexto, sino de la idea de esa búsqueda tras el encuentro de cierta llave) pero está llevado todo tan pobremente que no hay por donde cogerlo. Así, el niño, interpretado por un bipolar Thomas Horn (unas veces está bien, otras dan ganas de enviarlo a una serie de Disney Channel) va encontrándose con personajes del mundo adulto a medida que vamos descubriendo qué pasó aquel fatídico día, y lo que sucede en el tiempo presente. Se juega con varias grabaciones, con la tristeza de la pérdida, la rotura de la unidad familiar y hasta con un columpio con bonus feature. Casi nada.

// La crítica sigue abajo, sin spoilers, por falta de espacio (a ver si lo amplían ya, señores de Filmaffinity, que esto no es Twitter) //
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caith_Sith
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