El fabuloso y siempre admirado director Roberto Gómez Fernández demuestra una vez más su desmesurado talento y creatividad, como lo hiciera anteriormente en joyas resplandecientes como la recordada "María de nadie" y otras telenovelas semejantes. Una digresión: al ver las propagandas en canal nueve de Argentina de las telenovelas mexicanas, venezolanas, brasileras, etc, me pregunto si esta gente realmente consume todo este arsenal de desternillantes actores (no son comedias), ya que las actuaciones, si es que se pueden llamar de este modo, son, para ser sincero, casi surrealistas. Sigo con este gran producto del hijo del maestro Roberto Gómez Bolaños, creador del Chavo, El Chapulin Colorado, etc., quien sí tenía creatividad. Con mencionar una sola actriz, ya debería abandonar esta reseña; ella es la inefable Brenda Asnicar, la semi-bella novia del vende humo de Carlitos Tevez, un tipo con gracia, y pocos goles en su carrera (es delantero), quién ha ganado la simpatía del público en todas partes, a pesar de ser más bruto que un imbécil y tan sagaz como un subnormal. Esta dupla fantástica, es una pareja adorable; él, porque es tan bello como el culo de un mandril, y ella, porque actúa casi tan mal como Mariano "ceroexpresiónfacial" Martínez.

Pensar que Iñárritu nació en el mismo país que este muchacho (Roberto Gómez Fernández) me da picazón de cerebro y espasmos respiratorios.