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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
6
Documental Relata el caso de la empresa Enron Corporation que, en quince años, pasó de ser una pequeña empresa de gas de Texas a convertirse en el séptimo grupo empresarial de mayor valor en Estados Unidos, y que acabó en la quiebra absoluta dando lugar a uno de los mayores escándalos de la historia financiera de Norteamérica, con graves repercusiones políticas, salpicando incluso a la Casa Blanca. A través de entrevistas realizadas a algunos de ... [+]
6 de marzo de 2006
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La traducción española no tiene desperdicio, de los tipos más listos del lugar a estafadores de todo un país. Porque "Enron, los tipos que estafaron América" no habla de embaucadores de medio pelo que timan a sus desafortunadas victimas a base de la estampita u otras falacias. Alex Gibney se basa en un libro de dos periodistas de la revista Fortune para diseccionar los motivos y las consecuencias de uno de los mayores fraudes financieros de toda la historia.

Dispone de todas las grabaciones de video, entrevistas y material para que el espectador se pregunte al igual que el slogan de la compañía ¿por qué? Porque la pregunta es como puede suceder que unos tipos construyan un imperio de la nada, como si se tratase de un filme de ciencia ficción y que el proyecto funcione. Sobre todo si analistas, periodistas y el propio gobierno reconoce que tu "falso" sistema salido de la nada es la repera. Un slogan que resulta un órdago de un criminal a su propio captor.

Alex Gibney da un tono crítico y trágico al documental. El sistema colaboró a inflar la burbuja pero las victimas no fueron los organizadores, sino aquellos que confiaron ciegamente en Enron, simplemente porque el sistema y los medios decían que había que hacerlo. También de como se hace dinero sumiendo en la crisis a un estado jugando con la vida de sus habitantes.

Un documental acertado y muy interesante. No le he encontrado ni el humor negro ni ácido que creía iba a tener. También pierde valor al no formar parte de nuestra cultura de grandes delincuentes patrios, aunque resulte universal y sirva para descubrir que los mayores estafadores del planeta visten con traje y corbata y van en limusina.
Maldito Bastardo
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