Asylum es una productora que ha decidido mirar a la cara a sus temores… Es ese ‘evil doctor’ que arranca pieles y consigue replantarlas en cadáveres andantes buscando así emerger de entre las sombras. Pieles, clara metáfora del mainstream, que se pudren en ese nuevo cuerpo llamado Asylum. La misma piel en cuerpos distintos, el mismo mal… al fin y al cabo… con diferente grado de putrefacción. Para los que sea su primera película de Asylum la considerarán seguramente la mayor abominación que hayan visto en su vida… pero para aquellos que hemos lidiado con megapirañas y megatiburones (y con cosas indecibles para cualquier mortal con dignidad) “Nazis at the Center of the Earth” se ha convertido en una sorpresa y revelación: Asylum, como si fuera ese virus y agente infeccioso, parásito del mainstream, ha mutado acercándose al exploitation y apartándose del mockbuster. ¡Es buen momento para gritar!

Cada vez se supera más. Es capaz de hacer un mock-mashup-crossover-buster con “Iron Sky”, “Viaje al centro de la Tierra” (del que ya hizo su propio mockbuster en 2008) e introducir bastantes referencia: “The Flesh Eaters”, “They Saved Hitler's Brain”, “The Frozen Dead”, “Fräuleins In Uniform” o “Zombis nazis” (a su vez vinculada con “Night of the Zombies”, “El lago de los muertos vivientes” y “La tumba de los muertos vivientes”). Digamos que por primera vez The Asylum se apunta al Nazisploitation para crear en cierta medida una obra… ¿clave? Es cierto que dicho sub-sub-sub-género parece, como la propia película, revivido desde la tumba y el olvido. Tanto Tommy Wirkola como Timo Vuorensola parecen confirmar, en cierta medida, el regreso de un género popular en los 60 para retratar a los evil-mad-doctors que asolaban la gran pantalla desde el fervor de la crítica (“Los ojos sin rostro”) hasta el estricto desparrame de la Serie B. Si hubieran fichado al Dr. Heiter de “The Human Centipede” el guiño y círculo sería completo.

“Nazis at the Center of the Earth” es una cinta de Serie B en su concepto puro donde lo más interesante son sus giros y momentos ciertamente inesperados. Por primera vez The Asylum es capaz de escapar de su propio experimento y explorar otras posibilidades. Por fin, la productora de mockbusters empieza a tomarse en serio al hacer un cine de referencias (por encima de la parodia) buscando la complicidad al otro la de la pantalla. Ya no se trata simplemente de copiar sino de hallar las conexiones que impliquen ese guiño. Me hace gracia que se critique (ejerciendo cierta auto-crítica, que critiquemos) a los actores que trabajan en las películas de la peculiar productora: si pusieran lo que les han pagado en los títulos del crédito muchos aplaudirían entre lágrimas su trabajo. Tal vez el mayor inconveniente de la cinta de Joseph Lawson es el mal abuso del CGI: debería copiar (ya que les gusta tanto) lo que propuso Kerry Conran en “Sky Captain y el mundo del mañana”. No obstante, lo interesante y meritorio de “Nazis at the Center of the Earth” es disfrutarla sin spoilers y sin conocer nada sobre sus giros…