Media votos
4.9
Votos
10,137
Críticas
2,181
Listas
294
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Maldito Bastardo:
2
4.6
3,193
Romance. Comedia
La adolescente Holly Hamilton (Hilary Duff) está cansada de tener que cambiar de casa cada vez que Jean (Heather Locklear), su madre soltera, tiene otro fracaso sentimental con otro novio de segunda categoría. Para animarla tras su último desengaño, Holly concibe el plan perfecto para brindarle el hombre perfecto: un ficticio admirador secreto que cortejará a Jean y rehará su maltrecha autoestima...
24 de mayo de 2007
39 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Películas como “El hombre perfecto” dejan desconectados a la mayoría de los espectadores: ¿A quién va dirigida? ¿A los fans de Hilary Duff? ¿Al público femenino? ¿Demasiado infantil y ñoña para las desinhibidas lectoras del Vale? ¿Excesivamente ‘adulta’ y poco interesante para el público infantil? ¿Exagerada aroma de telefilme para el resto de mortales?
Hablar de las posibilidades de una apuesta tan trillada y previsible se reduce a una pregunta que lanzo al público femenino: ¿Los hombres perfectos no eran todos gays?
Otra cuestión es su absoluta ingenuidad con ese buen rollito, muy a lo Disney, del instituto americano: no hay pistolas, drogas ni tiroteos de habituales alumnos reincidentes. Ni tampoco entro a mencionar esa moda retrógrada de que una mujer soltera debe encontrar a un hombre para pasar el resto de su vida o las increíbles capacidades mecanográficas de la repostera busca machos (unas perfectas trescientas pulsaciones por minuto y ¡sin fallos!) que utiliza mejor el messenger que el que escribe…
Tan empalagosa como meterse por el orto (hasta que salgan por la boca) todos los pasteles que hace la Locklear en la película.
Hablar de las posibilidades de una apuesta tan trillada y previsible se reduce a una pregunta que lanzo al público femenino: ¿Los hombres perfectos no eran todos gays?
Otra cuestión es su absoluta ingenuidad con ese buen rollito, muy a lo Disney, del instituto americano: no hay pistolas, drogas ni tiroteos de habituales alumnos reincidentes. Ni tampoco entro a mencionar esa moda retrógrada de que una mujer soltera debe encontrar a un hombre para pasar el resto de su vida o las increíbles capacidades mecanográficas de la repostera busca machos (unas perfectas trescientas pulsaciones por minuto y ¡sin fallos!) que utiliza mejor el messenger que el que escribe…
Tan empalagosa como meterse por el orto (hasta que salgan por la boca) todos los pasteles que hace la Locklear en la película.